La Audiencia Provincial de Murcia ha desestimado el recurso presentado por una empresa de perfumería de la provincia de Ciudad Real contra la sentencia que rechazó la demanda que interpuso contra un transportista murciano, al que responsabilizó de la estafa por importe de 300.000 euros que sufrió al ser víctima de una suplantación.

El juzgado de lo Mercantil de Murcia, en la sentencia que ahora se ve ratificada por la Audiencia Provincial, declaró que la demandante contrató con la empresa de transportes el envío a un comprador del Reino Unido de cosméticos y perfumes por aquel valor, comprobándose después que este había suplantado la identidad de otra sociedad británica.

Para la sociedad demandante, hubo una negligencia por parte de la demandada al haber descargado el envío en lugar distinto al que se le había indicado, con lo que se facilitó la consumación de la estafa.

El juzgado de lo Mercantil declaró que faltó diligencia en los responsables de la empresa de cosméticos al no comprobar debidamente quién era el comprador y destinatario, lo que influyó en la desaparición de la mercancía.

La actuación del transportista, añadió, fue diligente, además de que lo hizo bajo las órdenes e instrucciones del cargador o en circunstancias que no pudo evitar, declaración que ahora encuentra el respaldo de la Audiencia.

Este segundo tribunal comenta que la empresa demandada entregó los productos en el lugar y a la persona designada por el comprador, "sin que el hecho de que la entrega no se efectuara en el interior de un almacén, sino en el exterior, resulte relevante".

"La mercancía no se perdió porque se dejara en una vía urbana, sino porque quien la recibió no era quien, equivocadamente, creía la demandante que era".