El Vestas Alarcos recibe mañana miércoles en el Quijote Arena (20.30 horas) al Liberbank Cantabria Sinfín, en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey, que se resolverá en este único partido. La esperanza del equipo de Javier Márquez es poder plantar cara a un rival de la Liga Asobal y repetir el gran espectáculo que se vivió la pasada temporada en esta misma ronda copera contra el Bidasoa.
Con las bajas de Juan Lumbreras, Manu Díaz, Eloy Krook y el cubano Frank Cordiés (salvo que su ficha quede en regla en las horas previas), el equipo manchego confía en poder hacer un gran papel ante un rival que el año pasado fue una de las revelaciones de Asobal, acabando en mitad de la tabla pese a su condición de recién ascendido.
"Siempre es ilusionante jugar contra un equipo de Asobal. Todos tenemos ganas de hacer un buen partido y llegar al final con opciones, y estoy seguro de que habrá una gran entrada en el Quijote Arena", apuesta el técnico alarquista, que confía en que los suyos hagan un "partido redondo" para poder sorprender a los de Rodrigo Reñones, que atesoran "una defensa rocosa y un gran potencial goleador".
Consciente de la superioridad teórica del Cantabria es Héctor González, aunque el jugador madrileño del Alarcos tiene muy claro cómo compensarlo: "Somos el equipo de menor categoría y esa menor calidad con respecto al rival la supliremos con intensidad e ilusión".
En el conjunto cántabro, que es noveno en la clasificación de Asobal tras perder en la última jornada liguera en Logroño (30-24, con 6 goles de Ander Torriko y 5 de Nacho Valles), son baja por motivos laborales Lon, Diego y Postigo. Heredero del histórico Teka de Santander, logró subir a Asobal en la temporada 2017/2018, compartiendo fase de ascenso en Segovia con el Vestas Alarcos.