los aficionados y seguidores del Real Madrid disfrutaron de lo lindo. El equipo blanco conquistó la Supercopa de España en la final frente al Athletic de Bilbao (0-2), en el encuentro celebrado en el estadio Rey Fahd, ante 35.000 espectadores que demostraron con sus cánticos y ovaciones que eran fieles seguidores del equipo madrileño de Concha Espina. El ambiente agradó tanto al presidente Florentino Pérez que llegó a declarar una vez finalizado que «no me importaría volver a jugar en Riad, la capital de Arabia Saudí». Los goles fueron obra de Modric, que remató una gran jugada del equipo con un tiro en parábola, y de Benzema de penalti. Precisamente el croata fue declarado mejor jugador de la final: menudo, pequeño, eléctrico que junto con su compañero Kroos forma en estas horas la mejor pareja de centrocampistas que se pasean por Europa. Ambos sacan a relucir la sinfonía que acompasan sus movimientos y pases, que distribuyen el juego mágico del Real Madrid que levantó un nuevo título, su duodécima Supercopa, la tercera de cinco intentos en cinco años.
De la euforia victoriana pasamos a una violenta escena protagonizada en el derbi que jugaron Betis y Sevilla en el estadio Benito Villamarín. Tras marcar el empate (1-1), gol olímpico de Fekir, la violencia llegó de la mano de un espectador que arrojó al terreno de juego un mástil -de las banderas que suelen llevar a los estadios los aficionados para utilizarlas como muestras de apoyo-, con tan mala fortuna que golpeó la cabeza del jugador Jordán, del Sevilla, cayendo al suelo conmocionado. La depravante acción del energúmeno espectador que acudió al campo, por lo visto con fuero de agresión, la lió parda. El caos entre el equipo arbitral, directivos, jugadores y espectadores fue tremendo. El árbitro de la contienda, en vista de la grave y flagrante agresión, decidió suspender el encuentro, tras consultas con los agentes deportivos de toda clase. El Comité de Competición de la RFEF decidió con urgencia, una vez consultado el calendario, cuándo y dónde se reanudaría el encuentro a puerta cerrada. Se decidió jugar el domingo y en el mismo estadio. El cántabro Canales, que está realizando una soberbia temporada, marcaba el gol que clasifica al Betis para seguir en la Copa del Rey. 
También la información deportiva referida al tenista Novak Djokovic se ha visto dilatada en el tiempo. El deportista ha mantenido un pulso con las autoridades de Australia por jugar el abierto de este país: con intervenciones de sus abogado, familiares, seguidores, jueces y compañeros que ha montado un lío morrocotudo, y todo presidido por el problema de la pandemia del covid-19 que ha terminado en un nuevo juicio en la Corte Federal. Por decisión unánime, un equipo de tres magistrados dio la razón al Gobierno del país, que había decidido cancelar su visado por segunda vez. El jugador, una vez conocida la orden judicial envió un comunicado: «Respeto el fallo, pero estoy decepcionado con esta sentencia». El primer Grand Slam ha comenzado con victorias de españoles, entre ellos, Nadal. Y en esas estamos.