STOP a los accidentes en espacios confinados

Redacción
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Son recintos con aberturas limitadas y ventilación natural desfavorable que puedan acumular gases tóxicos o donde falte oxígeno. La Junta ofrece el 19 de octubre una jornada telemática de prevención de riesgos y de aplicación práctica en bodegas

Para limpiar o realizar otro tipo de tareas en este tipo de depósitos hay que tomar una serie de medidas de prevención para evitar accidentes - Foto: Víctor Ballesteros

Alrededor de 200 personas mueren cada año en accidentes que se producen en espacios confinados dentro del ámbito industrial, agrícola y doméstico, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Se entiende por espacio confinado cualquier zona con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable, en el que puedan acumularse contaminantes tóxicos o inflamables, o tener una atmósfera deficiente de oxígeno: alcantarillas y pozos, silos, galerías, túneles, cisternas, fosos...

En algunos de estos ejemplos, como en las redes de alcantarillado de una ciudad, es evidente que el acceso está muy restringido a personal especializado, que realiza su actividad cotidiana en este tipo de espacios y que, por tanto, en condiciones normales tiene conocimiento de su peligrosidad y emplea las medidas preventivas necesarias.

En las bodegas existe un elevado número de espacios confinados como depósitos y cubas.En las bodegas existe un elevado número de espacios confinados como depósitos y cubas. - Foto: Yolanda RedondoSin embargo, existen otro tipo de espacios, utilizados habitualmente para otros fines, a los que hay necesidad de acceder de manera esporádica, y no siempre por parte de personal especializado. Se llevan a cabo tareas que son, en cierto modo, consideradas excepcionales, como la limpieza anual, el mantenimiento y reparación o, incluso, meras tareas de inspección, ejecutadas por personal cuyo cometido principal es otro y no siempre con las medidas preventivas adecuadas.

Baste un ejemplo. Castilla-La Mancha es tierra de vinos, de excelentes vinos, producidos en bodegas que se distribuyen por la práctica totalidad del territorio. Y en dichas bodegas existe un elevado número de espacios confinados, como depósitos y cubas, a los que periódicamente es necesario acceder para su limpieza y otro tipo de tareas. No es necesario retroceder demasiado en el tiempo para tener recuerdo de accidentes de gravedad en este tipo de centros de trabajo, cuya causa está muchas veces asociada al desconocimiento del riesgo.

La prevención de accidentes en estos lugares parte de una premisa que es sabier si el espacio al que se pretende acceder tiene la consideración de confinado, a través de tres preguntas básicas:

1. ¿Está total o parcialmente cerrado?

2. ¿Ha sido concebido y construido para una ocupación continuada?

3. ¿Presenta o puede presentar atmósferas peligrosas (contaminantes tóxicos, sustancias inflamables o deficiencia de oxígeno)?

Si la respuesta a dichas preguntas determina que la persona trabajadora se ve en la necesidad de acceder a un espacio confinado, es innegociable la adopción de una serie de medidas preventivas. No cabe, en ningún caso, apelar a que el acceso será de corta duración, que accederán varias personas o, incluso, escudarse en engañosas afirmaciones del tipo 'esto se ha hecho toda la vida así… y nunca ha pasado nada'. Debe tenerse en cuenta, además, que son múltiples las ocasiones en las que la gravedad del suceso se ha visto tristemente aumentada por el mero hecho de intentar socorrer a la persona accidentada.

MEDIDAS A IMPLANTAR. Básicamente son de dos tipos: técnicas y organizativas. Ambos deben utilizarse de manera combinada y, obviamente, concretarse a la vista de las características del espacio confinado. Es decir, prever si puede formarse una atmósfera explosiva; por ejemplo, al soldar en el interior de un depósito. O anticipar si puede existir una atmósfera deficiente en oxígeno con origen en algún proceso de fermentación o similar, como es el caso de depósitos o cubas.

Desde un punto de vista técnico, sin carácter exhaustivo, pueden utilizarse equipos de respiración autónoma, sistemas de ventilación forzada, equipos de medición del nivel de oxígeno y otros gases, barandillas u otro tipo de barreras para impedir el acceso a personal no autorizado e, incluso, trípodes y sistemas análogos para eventuales situaciones de rescate de emergencia.

Por otro lado, desde un punto de vista organizativo, el catálogo de medidas es amplio: en primera instancia, valorar si es viable la realización del trabajo desde el exterior, sin acceder al recinto o espacio confinado, a través de medidas alternativas. Si, no obstante, el acceso tiene que producirse, es procedente establecer un procedimiento de trabajo por escrito que detalle todas las fases a realizar y los puntos de especial peligrosidad, incluyendo la correcta utilización de los equipos, máquinas y herramientas que se emplean durante la realización de los trabajos. Asimismo, establecer un permiso de trabajo que garantice que la entrada al espacio confinado se realiza en condiciones seguras, evitando el acceso a personas no autorizadas, y disponer de vigilancia en el exterior.

Con el fin de facilitar y contribuir a la prevención de los riesgos en espacios confinados, con especial atención a los existentes en bodegas, la Viceconsejería de Empleo, Diálogo Social y Bienestar Laboral, ha programado una jornada técnica telemática con la participación de personal experto en esta materia, abierta a la participación de las empresas y personas, trabajadoras o no, interesadas en ampliar su conocimiento sobre esta materia. La información sobre la jornada, de carácter gratuito, que se celebrará en el próximo martes 19 está disponible en la página web de Seguridad Laboral de Castilla-La Mancha  en este enlace.

 

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