Tras cinco días de marejada en el PP, el líder del partido en Castilla-La Mancha ha hablado. «La situación es tremendamente complicada», ha apuntado hoy Paco Núñez, «yo lamento profundamente la situación por la que está atravesando en estos momentos mi partido». Añadió que «ni los españoles, ni los castellano-manchegos se merecen lo que está sucediendo» y además dijo que se acordaba especialmente de los votantes, afiliados, de alcaldes y concejales «que en el día a día están dando la cara defendiendo al PP».
Núñez habló en la sala de prensa del Palacio de Fuensalida, sede de Presidencia de la Junta, donde se reunió con Page para hablar de financiación. Asumió que esa sala no era la que correspondía para hablar de su partido. «No sería el sitio ideal para referirme a esta cuestión, pero la importancia de la cuestión me obliga a responder», expuso. Núñez no dio su opinión sobre si debería dimitir García Egea, ni tampoco se posicionó claramente al lado de Ayuso o Casado. «Yo creo que no es el momento de personalismos», apuntó. Eso sí, con los dos habló el fin de semana. Aseguró que a Casado le dio su «opinión sincera», pero que él no va desvelar el contenido de esa conversación por lealtad. También habló con Ayuso, con Feijóo y con el resto de líderes autonómicos del PP.
Y es que asume que aquellos que tienen responsabilidad dentro del partido, tienen que asumir dicha responsabilidad también para solventar esta crisis. «Confío plenamente en que entre todos los que tenemos responsabilidad en este partido, encontremos la solución», indicó en un primer momento. En una segunda pregunta, insistió en esta idea: «Los que tenemos responsabilidades en el partido tenemos que poner encima de la mesa una serie de soluciones».
Núñez no concretó si esa solución tiene que ser la de un Congreso extraordinario del PP para definir el liderazgo del partido a nivel nacional. Expuso, eso sí, que «tiene que ser de manera inmediata, urgente». También comentó que hay que plantear una recuperación a este conflicto «con una recuperación de esa cercanía con las bases, con nuestros concejales, con nuestros votantes».
El presidente del PP castellano-manchego reivindica que representa un partido de gobierno, que en ocasiones le corresponde gobernar, pero que cuando no le corresponde ha de ser alternativa, como ocurre ahora en España o en Castilla-La Mancha. «Yo quiero que mi partido siga siendo esa alternativa», concluyó.