Pocos podrían imaginar que La Solana, después de realizar una primera mitad de la temporada de mucho mérito, iba a comenzar el año estrenando inquilino en el banquillo. La dimisión de Kiko Vilches sorprendió a muchos, a lo que el club respondió, de momento, apostando por Juan Carlos Peñalver, hasta ahora entrenador del equipo juvenil, responsabilidades ambas que va a compaginar. Una apuesta que este domingo, desde las 16.30 horas, tendrá su primer y duro examen con la visita a La Moheda del poderoso Quintanar del Rey, tercer clasificado y uno de los presupuestos más altos de este Grupo XVIII de la Tercera RFEF.
El conjunto amarillo despedía el año con un heroico empate en Tarancón (2-2) que rompía una mala racha de dos derrotas seguidas, dejando al equipo tres puntos por encima de los puestos de descenso. Por su parte, los quintanareños sumaban su segunda victoria seguida (2-1 al Torrijos), en una gran racha en la que sólo han perdido uno de sus últimos nueve compromisos.
Peñalver, un joven entrenador de la casa de 33 años, asume el reto con mucha ilusión, aunque es consciente de que su situación en este banquillo es provisional, en teoría. No en vano, él está pendiente de una posible asignación de destino laboral, aunque de momento sí se puede comprometer con el equipo. "Para mí es como un sueño poder entrenar en Tercera al equipo de mi casa, es muy ilusionante", confiesa el sucesor de Vilches, que no oculta que para la plantilla resultó un golpe emocional muy fuerte la dimisión del técnico toledano, "una persona muy querida aquí". Sin embargo, elogia que los jugadores hayan apelado a la profesionalidad y hayan demostrado "compromiso y trabajo para intentar alcanzar los objetivos que tienen marcados". En ese sentido, subraya estar "muy contento" con la actitud de la plantilla en los pocos días que lleva dirigiéndola.
En cuanto al partido contra el Quintanar del Rey, Peñalver sabe que la misión es muy complicada, y más con las bajas por sanción de Luque y Diego Sevilla, además de la de larga duración de Ángel. Sin embargo, no descarta dar la sorpresa y sumar tres puntos muy importantes y de mucho valor en este primer partido del año, y de paso, ponerle complicado al club la decisión de buscar un nuevo entrenador o seguir apostando por él. "Ojalá y se dé esa situación, porque ganar al Quintanar sería una gran alegría para todos", finalizaba.
Arbitra el partido Rubén Suárez Iglesias.