Almagro pierde el patrimonio del convento de la Encarnación

A. Criado
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La salida de las dominicas del convento de Almagro hizo saltar las alarmas en relación al rico patrimonio artístico que albergaba en su interior y los peores presagios se confirmaron este martes con el traslado de los cuadros a La Solana

Almagro pierde el patrimonio del convento de la Encarnación

Las tres últimas monjas dominicas de clausura del convento de la Encarnación abandonaron Almagro el pasado mes de octubre, poniendo fin de esta manera a cerca de 450 años de vida en este monasterio, fundado en 1573 por los benefactores Diego de Lucena y Juana Gutiérrez. La marcha de las religiosas hizo saltar las alarmas en relación al rico patrimonio artístico que alberga en su interior y los peores presagios se confirmaron este martes con el traslado de varias obras de arte que, al igual que el inmueble, son propiedad de la Orden de Predicadores o dominicana. El destino, según avanzó a La Tribuna el concejal de Cultura de Almagro, Dionisio Muñoz, el convento de San José de La Solana. Un extremo que ratificaron poco después fuentes de la propia orden religiosa.

“Es una gran faena para Almagro porque estos cuadros llevan aquí más de 400 años, pero legalmente no podemos impedir su traslado porque son propiedad de las monjas”, afirmó el concejal, que echó en falta una llamada de cortesía de las dominicas al Ayuntamiento para informar sobre esta decisión. De hecho, Dionisio Muñoz fue alertado por unos vecinos y se presentó en el convento para pedir explicaciones e intentar convencer sin éxito a la antigua priora, que insistió en que la titularidad de estos bienes es de la orden religiosa. En el Consistorio almagreño creen que la intención de las monjas es poner a la venta todo el complejo, ya que hace unos meses se negaron a venderles la parcela que se utiliza actualmente como aparcamiento público (paga un alquiler mensual) y tampoco accedieron a abrir la iglesia para visitas turísticas tras su desacralización. En este punto, el alcalde de la localidad encajera, Daniel Reina, en una entrevista concedida a Onda Almagro, confirmó que un promotor visitó el convento hace un mes y medio.

“Poco a poco nos vamos quedando sin patrimonio”, manifestó a este diario Montserrat Rayo, escritora y maestra jubilada, que fotografió el momento en el que varios operarios, siguiendo las órdenes de la antigua priora, colocaban en un furgón algunos de los tesoros que albergaba la iglesia del convento para proceder a su traslado a La Solana, destino de las tres últimas monjas dominicas de Almagro. Recuerda, en este sentido, que ya ocurrió algo parecido cuando el último fraile dominico abandonó el convento de la Asunción. “Llueve sobre mojado”, se lamentó para hacer hincapié en que “el pueblo ha cuidado, protegido y restaurado estas obras con donaciones durante años”.

Almagro pierde el patrimonio del convento de la EncarnaciónAlmagro pierde el patrimonio del convento de la Encarnación - Foto: RUEDA VILLAVERDE

Además del retrato de los fundadores, Diego de Lucena y Juana Gutiérrez, quienes donaron sus casas y su fortuna para la construcción del convento en el siglo XVI, sobre las paredes de su iglesia renacentista de una sola nave colgaban cuatro enormes cuadros al óleo sobre la vida del Rey David, obra de Antonio González Velázquez, pintor de la corte del rey Fernando VI, y la Anunciación, de la escuela de Vicente Carducho. Dos joyas del siglo XVIII que fueron restauradas hace unos años por la Diputación de Ciudad Real, tal y como subrayó hace unos meses el periodista almagreño Francisco José Martínez Carrión, que también lamentó “la pérdida del patrimonio histórico-artístico tremendo que está sufriendo Almagro sin que nadie se preocupe”.

Martínez Carrión es consciente de que el Ayuntamiento tiene como principal objetivo reducir su asfixiante deuda, pero ya advirtió en su día que la salida de las últimas religiosas era “una oportunidad de oro” para levantar el Museo de Almagro en su iglesia, previa firma de un convenio para un periodo determinado de años en el que se reconociera que tanto el edificio como los enseres que alberga en su interior son propiedad de la orden dominicana. Resaltó, además, que el arreglo del histórico problema de humedades del inmueble se llevó a cabo con dinero público de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

También preocupa el deterioro de otra de las joyas que esconde el convento de la Encarnación: las pinturas de la capilla de los Orduña, atribuidas a la famosa saga de pintores italianos Peroli, quienes también intervinieron en la decoración mural del palacio del marqués de Santa Cruz en Viso del Marqués. Días antes de conocerse el abandono de las monjas dominicas de clausura, la Asociación Almágora llevó a la iglesia a varios restauradores para que analizaran el estado de las pinturas murales y pudieran elaborar un presupuesto para su restauración. “A los pocos días cerraron el convento a cal y canto y no nos dejaron pasar ni para hacer un seguimiento del estado de las pinturas”, explica el arqueólogo Isidro Hidalgo, presidente de este colectivo, que llevaba años recaudando dinero para su restauración.