La Policía Local de Ciudad Real comenzó este lunes una campaña de vigilancia de velocidad en colaboración con la Jefatura Provincial de Tráfico. Se trata de una medida de control que en solo dos días ha servido para interceptar a dos vehículos circulando a altas velocidades en vías de 50, con un vehículo que será sancionado, al marchar a 96 kilómetros por hora en la avenida de Calvo Sotelo, donde hace unos días se localizó a otro conductor a 104; y en la carretera de Valdepeñas, con otro vehículo a 80 kilómetros por hora.

Los dos conductores son una muestra de la importancia de esta campaña que se desarrolla en toda España. «Cada vez que hay una campaña nos adherimos», explicó el subinspector de la Policía Local, Elías Carrión. Ciudad Real, en esta iniciativa, emplea su propio cinemómetro, su radar, que es diferente al que utiliza la Jefatura de Tráfico. El de la DGT trabaja por microondas y el de Ciudad Real por láser, «lo que permite localizar las infracciones con mayor garantía, no solo a la altura del vehículo», sino que también funciona «a bastante distancia». Además, controla vehículos «en un sentido y en otro» y a los que circulan por diferentes carriles. Esto es clave en las vías de la capital que, en la mayoría de casos, tienen uno de los carriles limitado a 30 kilómetros por hora y otro a 50. «Nos permite diferenciar carriles y trabajamos con velocidades diferentes», dijo Carrión, recordando que hay campañas de control durante todo el año.

La campaña de control de la velocidad se extenderá hasta el día 10 de julio con controles «durante toda la semana», en turnos de mañana y tarde. La idea es ubicar el vehículo de la Policía Local, un coche que no se distingue de otros aparcados, en aquellas vías donde ya se sabe que los vehículos circulan a más velocidad de los 50 permitidos, bien por los vecinos o por los resultados de otras campañas municipales.

Una agente de la Policía Local sujeta el cinemómetro en uno de los controles realizados en la avenida de Europa. - Foto: Rueda Villaverde«Estamos comprobando que hay un incremento de la velocidad en determinadas vías», dijo Carrión, quien señaló que el trabajo de la Policía Local se hace muy por encima del mínimo planteado, lo que permite que no haya problemas con las futuras infracciones. Se ponen «cuando se ha pasado todo margen de error posible, porque no hay un ánimo de detectar infracciones». Eso sí, recordó, que hay peligros asociados a esas velocidades de 80 o 96 kilómetros por hora, porque se trata de vías urbanas con dos carriles, donde los conductores conviven con patinetes o bicicletas.  

El primer día, el lunes, fue más tranquilo que el martes, en que La Tribuna acompañó a los agentes. Carrión dijo que «cuando se duplica el máximo de velocidad» se puede iniciar un proceso judicial al circular al doble de la velocidad permitida, que se suma a la sanción administrativa.

Hay que tener en cuenta que estas sanciones se notificarán en los próximos días, solo se paran aquellos vehículos que supongan un riesgo para la seguridad vial. «La normativa nos habilita a notificar con posterioridad, más cuando trabajamos con un cinemómetro homologado, que ha pasado, sus controles y hace fotografías».