Sueños para un futuro cierto

M. Sierra
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Una treintena de alumnos de la Escuela de Artes Pedro Almodóvar muestra su proyecto de fin de ciclo en una exposición que confirma su creatividad y un conocimiento cada vez más avanzado de las herramientas tecnológicas

Sueños para un futuro cierto - Foto: Pablo Lorente

A veces el futuro se esconde en una pequeña sala llena tanto de sueños como de buenas ideas. Sueños, los que llevaron a un grupo de jóvenes a matricularse en la Escuela de Artes Pedro Almodóvar hace unos años. Ideas, las que desde ayer pueden verse en la sala de exposiciones de la escuela,  como parte de la muestra  de trabajos de fin de proyecto con los que estos futuros diseñadores   ponen el broche a su formación en este centro en los ciclos de  proyecto y dirección de obras de creación, producto gráfico impreso y serigrafía artística.     

Una treintena de estudiantes firman los proyectos expuestos en esta sala y cuyo objetivo es poner en valor todo lo que han aprendido y empezar a crear un currículum de cara a un futuro profesional. 

De la exposición de este año, Valentín Sánchez Villalón, uno de los tutores de los ciclos impartidos, destacaba la calidad de los trabajos y hacía hincapié en como ésta se ha incrementado en los últimos años debido a que cada vez los alumnos tienen «más formación» y, sobre todo, a que cada vez tienen  más medios. En este sentido ponía como ejemplo  que  hace unos años los primeros alumnos de estos ciclos sólo tenían el ordenador de clase para trabajar, mientras que hoy «todos van con el ordenador encima y están educados en lo digital». Una realidad que se traduce en una mejora de los proyectos. 

Sobre ese futuro como profesionales,  Sánchez Villalón reconocía que «existe» siempre y cuando «no nos quedemos en casa esperando a que nos llamen y estemos dispuestos a movernos,  por la provincia o por ciudades donde hay más trabajo como Madrid». Mercados, aseguró el docente, por los que  ya han optado muchos estudiantes del centro en los últimos años. «Lo importante es meter la cabeza en este mundillo», resaltó en la inauguración a esta muestra a la que acudieron tanto los antiguos alumnos, como los que aspiran a terminar el ciclo, atentos todos a una amplia variedad de trabajos que este año van desde la creación de un restaurante que tiene como materia prima los insectos a un manual de costura del siglo XXI.