«Antes de pandemia veíamos a 40 pacientes, ahora a 80»

Hilario L. Muñoz
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La vocal de Atención Primaria Urbana del Colegio de Médicos de Ciudad Real, María del Mar Martínez, es desde hace unos días la representante nacional de los centros de salud de ciudades

«Antes de pandemia veíamos a 40 pacientes, ahora a 80» - Foto: Rueda Villaverde

Ómicron está llevando la sanidad, sobre todo a los centros de salud, a un nuevo colapso, ante el incremento de casos y de bajas. Se trata de una situación que se suma a una pandemia que ha cambiado el modo de trabajo de la atención primaria, no solo por el contacto telefónico, sino también por la carga laboral. «Si antes de la pandemia veíamos a 35 o 40 pacientes, ahora nos metemos en 80 o 90 y eso se traduce en disminuir la calidad de la asistencia». Así de clara se pronuncia María del Mar Martínez, la vocal de Atención Primaria Urbana del Colegio de Médicos de Ciudad Real y que hace unas semanas fue elegida como representante estatal para esta vocalía. Se trata de una atención que se realiza mitad por teléfono y mitad presencial, fruto de ese aumento paulatino de los contagios, que implican más pacientes en aislamiento a los que hacer el seguimiento y un mayor número de trámites administrativos para la documentación de la baja laboral. Al final apenas quedan «tres minutos» para la atención sanitaria por paciente.

Martínez sustituye a Vicente Matas, vocal durante más de dos décadas de los médicos de Primaria urbanos. De momento ocupará el puesto hasta mayo de 2022, cuando se celebrarán elecciones, aunque tiene intención de continuar en el cargo, si así lo deciden sus compañeros. «Estamos en una época muy difícil para la atención primaria en general, pero es lo que me gusta y lo que sé hacer», señaló.

En su opinión, la mejora del sistema pasa por una mayor inversión y cambiar ciertos patrones que afectan a los sanitarios. «Hay que priorizar lo más importante y hacer consultas más eficaces», trabajando en aspectos como los pacientes crónicos, el sistema de recetas o el acceso a las pruebas diagnósticas, todos ellos aspectos que restan tiempo de atención a las personas.

«Antes de pandemia veíamos a 40 pacientes, ahora a 80»«Antes de pandemia veíamos a 40 pacientes, ahora a 80»A esta situación se suma lo que está ocurriendo estos días con la variante Ómicron y el incremento exponencial de casos que está llevando a una nueva situación de colapso, como ha ocurrido en otros momentos de pandemia. «Hay mucha demanda, muchas consultas, y estamos sobrepasados», explicó Martínez. De hecho argumentó que hay retrasos hasta en las pruebas para contagiados, con unas 400 pendientes, debido «al tapón» que se ha ido formando por los nuevos casos. Así, por ejemplo, señaló que las demoras se han producido durante el pasado fin de semana, con centros de salud o urgencias, donde ha habido tal concentración de personas esperando a realizarse una PCR que ha tenido que ir la Policía Local por las personas que se agrupaban en las puertas. Hay centros de salud de grandes municipios de la provincia donde se han hecho hasta 400 test de antígenos, pese a la Navidad y los días festivos.

Detrás de esta situación existe un aspecto clave y es la necesidad de informar e informarse por la población. «No he tenido ningún caso grave desde que ha empezado la variante», explica Martínez, quien recuerda que se atiende sobre todo a una población vacunada que tras un contagio tiene «unos días de fiebre alta», similares a los que antes existía en esta época con la gripe o un resfriado. En este sentido, cuando habla con los pacientes hace una llamada a la calma porque «esta ola de la COVID no es como la primera ni como la segunda ni la tercera». No se trata solo de la vacunación, es que «casi todos los que hay con COVID son menores de 60 años», aunque recordó que hay algún caso grave, sobre todo entre los no vacunados o personas con otras patologías, que son ingresados.