El parón en la producción de la empresa farmacéutica Pfizer ha frenado en seco la vacunación del personal sanitario del Hospital General Universitario de Ciudad Real y de los centros de salud. Según ha podido saber La Tribuna, ayer, un día después de que se empezarán a administrar las dosis del fármaco de Pfizer contra el coronavirus, se suspendió la inoculación prevista en el Hospital General «porque ya no hay», aseguraron a este diario varios médicos.

El lunes comenzaron a administrar la vacuna a personal sanitario de tres de la tarde a diez de la noche en dependencias del Hospital de Ciudad Real (consultas externas). La previsión era vacunar al día a un millar de sanitarios, pero se ha frenado en seco.

La responsable provincial del sindicato de enfermería Satse en Ciudad Real, Sara Oropesa, explica a este periódico que la idea era vacunar a todos los profesionales sanitarios del hospital y de Atención Primaria en cinco tardes, pero como Pfizer ha reducido el envío de vacunas van a ser menos los que la reciban. Se les va poner a unos 2.000 profesionales al ser el número de dosis con el que se cuenta y cabe esperar que la próxima semana se puedan vacunar al resto, otros 2.000.

El pasado lunes la previsión era administrar la vacuna a unos mil profesionales en el Hospital, además de los de Primaria, indica Sara Oropesa, quien añade que «en los centros sociosanitarios se ha puesto la primera dosis de la vacuna a unas 3.700 personas entre residentes y trabajadores». En alguna de las residencias ha habido casos positivos de COVID y «no se ha podido vacunar», pero esta semana, concretamente mañana jueves, se va a empezar con la segunda dosis, apunta Oropesa.

Desde Satse, consideran que se ha seguido el protocolo de vacunación que propuso el Ministerio de Sanidad y opinan que la vacunación a los sanitarios «es una buena idea» porque la profilaxis «es un punto importante para frenar la pandemia».

La responsable provincial de Satse remarca que ha habido un problema logístico de Pfizer y las gerencias tenían calculadas unas dosis y no se ha podido continuar, pero los sanitarios «nos han comentado que está todo bien organizado». En este sentido, Sara Oropesa explica que el equipo de vacunación lo integran doce enfermeras, que son las encargadas de poner la vacunas, diez TCAES (Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería), personal de farmacia hospitalaria, que se ocupa de preparar y dejar cargadas las vacunas, y dos administrativos que hacen el filtro y recogen el consentimiento informado.

La responsable provincial de Satse recuerda que según el protocolo de vacunación hay varios grupos, en el 1 figuran los residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabajan en residencias de mayores. En el grupo 2 están los profesionales sanitarios que están en primera línea. Luego se seguirá con el resto de sanitarios, como por ejemplo los que están en consultas privadas, para continuar con los grandes dependientes y abrirlo al resto de la población, a grupos de riesgo, concluye Sara Oropesa.