El IPC se moderó en agosto en la provincia de Ciudad Real, donde la tasa acumulada en el último año marca un incremento de los precios del 12,9 por ciento frente al dato del 13,6% con el que se cerró julio. Lo hace gracias a una rebaja de los precios de los combustibles en agosto, pese a que finales de mes la curva de los precios en las estaciones de servicio volvió a repuntar, y a la bajada de precios que marcó aún el final de la temporada de rebajas de verano. Sin embargo, los precios de los alimentos y de la luz siguen disparados. Según el INE, llenar la cesta de la compra con comida en Ciudad Real es ahora 14,4% más caro que hace un año, con productos como los huevos, la leche, la carne de ave, los cereales, el aceite o las legumbres creciendo por encima del 20 por ciento en solo un año.

Capítulo aparte es de la factura de la energía. La electricidad y el gas son ahora un 58,8 por ciento más caro para los ciudadrealeños que hace doce meses. Desde la invasión de Ucrania este indicador ha llegado a crecer en hasta un 80% en tasa interanual. 

Pese a ese descenso que marca el IPC de agosto, la inflación sigue llegando a cifras históricas en la provincia. Solo una vez, desde 1983, el coste de la vida se encareció más en Ciudad Real, y fue en julio de este año. Además, Ciudad Real es la tercera provincia que soporta más subida de los precios en España en los últimos doce meses, solo por detrás de Toledo y León, y en lo que va de 2022, los precios solo han subido más en León, Toledo y Ávila. Aquí, el 7,3 por ciento.