«Estoy contentísimo, todavía alucinando. Estoy en una nube, para mí es el mejor homenaje que le podía hacer a mi madre». Con estas palabras expresaba ayer Rafa Arroyo lo que significa estar nominado al Goya al mejor corto documental con Trazos del alma, una creación en la que refleja la historia de su madre, «que curó sus heridas del pasado a través del arte», y que sufrió abusos y violaciones, una historia que confía en que haya llegado «al corazón» de los académicos. «Es una historia complicada de contar, de visibilizar, porque al final quedan silenciadas por la estigmatización que sufre la mujer», dijo en declaraciones a La Tribuna y poniendo de manifiesto que ella consiguió «sentirse libre, liberarse» de ello, ya que además de a una amiga se lo contó a él. «Yo me pregunté qué estamos haciendo mal para que una persona no pueda contar esto por miedo a lo que le puedan decir», afirmó en referencia a este «proceso de sanación».
En el camino por alzarse con el Goya competirá con cuatro cortometrajes más: 'Dancing with Rosa', de Robert Muñoz Rupérez; 'La gàbia', de Adán Aliaga; 'Maldita. A Love Song to Sarajevo', de Amaia Remírez García y Raúl de la Fuente; y 'Memoria', de Nerea Barros.
El cortometraje está rodado totalmente en la provincia de Ciudad Real, en su mayoría en Poblete y en Puertollano, y esta es otra de las grandes cosas que valora este director de fotografía de cine y publicidad que también ejerce en la rama de director de documental. «Es una historia de Ciudad Real, mientras que las otras son muy lejanas».
No obstante, asegura que ni mucho menos se ve con el Goya entre las manos, ya que «todos los candidatos hemos hecho un trabajo increíble». Considera que sus compañeros de nominación han conseguido «que las emociones y sensaciones que querían transmitir hayan llegado». Por eso, este ciudadrealeño, que asegura que le gusta «visibilizar lo invisible», ha trazado desde el alma una historia con la que ya se siente ganador sin ni siquiera haber pisado aún la alfombra roja el próximo día 11 de febrero en la gala que se celebrará en Sevilla. «Voy con los pies en la tierra, yo ya he ganado. No pensaba ni estar preseleccionado. Vivirlo por primera vez es un sueño, el estar nominado y rodeado de gente de tanto talento», concluye.