Agustín Durán, '20 años de Tontás'

Hilario L. Muñoz
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El cómico celebra en casa, en el Quijano, sus dos décadas desde que se subió al escenario y ganó el concurso de monólogos de Informática

La última actuación de Durán en el teatro Quijano, en 2017. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Estudiar fue el monólogo con el que Agustín Durán ganó el concurso de la Escuela Superior de Informática en 2003. Durán estudiaba Magisterio y pocos podían imaginar que 20 años después estaría de gira por media España con un espectáculo de humor. El próximo 21 de enero, Durán tiene previsto estrenar en casa, en el teatro Quijano, 20 años de tontás, un espectáculo en el que echa la vista atrás y recopila algunos de los momentos claves de su carrera. Lo hace desde la humildad, emocionado aún porque haya gente «que decida gastar su tiempo y su dinero» en ir a verle. «Llegar a Barcelona, Mallorca o Almería y que haya gente que te está esperando es algo que me sigue emocionando día tras día», señala.

La idea con 20 años de tontás es hacer una serie de actuaciones «en algunos lugares especiales», con un espectáculo que no solo recopila momentos, sino que incluye material nuevo sobre el escenario. «Hay cosas nuevas y cosas que no he hecho en más años que el Sol, como las que hacía en Santa Tecla o en el Laocoonte, que fue otro de los sitios donde estuve desfogando».

Con todo, recuerda que no son dos décadas en la cima del humor nacional, sino que son 20 desde la primera vez que actuó y solo siete de profesionalización de su trabajo, que antes compaginaba con la enseñanza musical. «Los 13 años que faltan me sirvieron para curtirme, aprender a escribir y desarrollar cosas, en algunos solo hubo actuaciones por Santa Tecla». De hecho, se muestra agradecido a aquel primer premio porque «por un concurso que organizó la Universidad se despertó mi gusanillo y me he podido dedicar a esto», aunque afirma que sigue «en el mismo sitio». «Soy muy terruñero y para llevarme de Ciudad Real me tienen que llevar arrastras».

Durán lleva un lustro sin actuar en el Quijano. La última vez fue en diciembre de 2017, con Hola Borreguetes. El COVID y las reformas del teatro han hecho que aquella noche, «una de las más felices» de su vida, no se haya podido repetir para el ciudadrealeño. Fue un día a la altura del teatro Alcázar de Madrid, Aranjuez o Bilbao, donde se ha sentido «un privilegiado por sentir el cariño de la gente».

En la gira de 20 años está prevista la actuación en Albacete, Aranjuez, Hellín, Barcelona, Valencia o Madrid. «Un recorrido por sitios donde hemos estado y otros que no he pisado nunca».