El parque de alquiler se queda pequeño ante la alta demanda

M. Lillo / M. Espadas
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El sector inmobiliario arranca la época de más actividad con una «rápida rotación» y con subidas de precios moderados

Un inmueble de Ciudad Real en alquiler. - Foto: Rueda Villaverde

Ciudad Real registra su temporada alta para el alquiler de pisos desde ahora y hasta septiembre. Los alumnos que acaban de conocer las notas de la EvAU y ponen su mirada en las carreras del Campus de la UCLM, así como los que suman nuevos cursos y quieren cambiar de ubicación; los que concluyen la formación universitaria y quieren incluso emanciparse, o los distintos profesionales que encaran trabajos temporales o cambios durante la época estival como los sanitarios o los profesores, son algunos de los agentes de dinámico mercado del alquiler que tiene, como principal pega, «una parque de vivienda de alquiler muy pequeño para las necesidades que hay». 

Se trata de una situación a la que se refirió el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Emilio Sánchez Suñé. Y no es algo nuevo. Es patente en los últimos ejercicios y evidencia el estancamiento que ha sufrido el parque de viviendas, aunque hay un elevado número de interesados en hacerse con pisos en alquiler. «La gente joven, durante mucho tiempo, no ha podido comprar y el alquiler era la única opción», de manera que los inmuebles destinados al arrendamiento se han ido acabando y eso hace que incluso «la opción de comprar para alquiler, porque hay quien lo ve como un negocio seguro, tenga poco espacio disponible». 

Sánchez Suñé recordó el freno que supuso para la construcción el pinchazo de la burbuja inmobiliaria de 2008 y lo constreñido de la oferta destinada al alquiler. Así, aunque Ciudad Real tiene un parque de viviendas para alquiler «importante», hay «una rotación muy rápida» para las viviendas que se quedan libres. Prácticamente es colgar el cartel de 'Se alquila' y cerrar contratos de arrendamiento con los interesados, expuso Ramón López Piqueras, de Inmobiliaria Kampus, quien explicó que la inestabilidad laboral derivada de la pandemia, así como la existencia de «cierta incertidumbre» en relación a la situación económica, hace que muchas personas siguen optando por el alquiler y no quieran oir hablar de comprar. «Esta es la época más fuerte de alquileres». 

«Lo ideal sería cerrar  ahora los contratos para entrar en septiembre», aconseja Sánchez Suñé en referencia a los acuerdos que establecen los propietarios con los alumnos que durante estos meses se marchan de vacaciones o los que comenzarán sus estudios una vez pasado el periodo estival, tras formalizar todos los trámites de preinscripción y matriculación universitaria.

Ethan Valentín, franquiciado de Tecnocasa, coincide en que esos acuerdos, los que firman los estudiantes para mantener el mismo piso de un curso para otro, «no ayudan a la rotación de los pisos en alquiler».

También Julián Correal, de Inmobiliaria Correal, afirmó que «hay más demanda que oferta» en Ciudad Real, aunque reconoce «que hay muchos pisos para alquiler y de depende de la época»:en los meses de febrero, marzo y abril la disponibilidad es menor, al estar todo 'pillado', y de junio a septiembre hay más posibilidades, debido a que «es cuando más movimiento hay». 

Otra cuestión es la de los arrendatarios que no cumplen los requisitos que piden los dueños o los pisos que están vacíos y cerrados a la espera de compradores. Esos no entran en ese mercado del alquiler, con el resultado de que «no se puede cubrir toda la demanda y baja el número de inmuebles en alquiler», confirma Juan José Doncel, gerente de Inmobiliaria Doncel.

Más caro, pero poco más. Los agentes del sector inmobiliario consultados por La Tribuna coinciden en señalar que los precios van ligeramente al alza. «Igual han subido 50 euros», comentó Sánchez Suñé, matizando que se trata de «precios moderados» y que nada tienen que ver con las cifras que se piden en otras partes de España.  

En la misma línea se pronunció Julián Correal. Las subidas deben ser «algo razonables», ya que con el IPC disparado, a las familias les resulta cada vez más difícil afrontar los gastos, teniendo en cuenta que no sólo se trata del alquiler, también de la subida de la cesta de la compra o de la luz, entre otros. Todo eso influyen en que si antes, por ejemplo, se solía tener en cuenta el sistema de calefacción a la hora de arrendar, en los últimos meses se pone aún más la lupa. «Si tiene acumuladores, baja el alquiler porque el precio de la luz se dispara». 

A la hora de buscar piso para alquilar no sólo se mira el gasto energético, también el estado de los inmuebles y aunque la capital cuenta con un volumen importante «de parque antiguo», los propietarios se están «poniendo más las pilas para reformar y poner mobiliario más moderno».

El potencial inquilino «cada vez demanda pisos con más prestaciones», aseguró el responsable de la Inmobiliaria Kampus, indicando que algunas de las cuestiones que tienen en cuenta son si dispone de garaje, de piscina o de aire acondicionado.

 

La zona del hospital, la más demandada

Si hay una zona que tiene una gran demanda de pisos de alquiler en la ciudad esa es la del Hospital General, donde además «se está pagando más» por ellos, dado que en muchos casos se arriendan a profesionales sanitarios que tienen un nivel adquisitivo mayor que el de los estudiantes. Así lo indicaron algunas  inmobiliarias con las que contactó ayer este diario y que comentaron que también es muy solicitada la zona del campus universitario, principalmente por estudiantes que se forman en los distintos grados o másteres que ofrece la Universidad de Castilla-La Mancha. No obstante, también se buscan pisos para alquiler en el centro, «para tenerlo todo a más a mano», comentó Ramón López Piqueras, de Inmobiliaria Kampus, quien comentó que, por ejemplo, un piso de un dormitorio puede costar entre 250 y 350 euros o de dos entre 400 y 550, «dependiendo del estado de la vivienda». También hay que tener en cuenta que en muchos casos los estudiantes buscan pisos para compartir y que reparten el coste, rotando en algunos casos de compañeros.

 

La problemática de los pisos vacíos y cerrados

Algunos de los profesionales inmobiliarios consultados coincidían en apuntar al gran número de pisos vacíos y cerrados que hay como una de las causas principales para que la oferta de alquiler no pueda cubrir toda la demanda que presenta el mercado. Ya sea porque el propietario lo quiere vender a mejor precio y no le importa esperar, o porque no ve rentable ponerlo en alquiler por los precios actuales, o porque no quiere acometer los costes de una reforma necesaria para ponerla en el mercado, o simplemente porque no quiere correr riesgos de posibles impagos u otros problemas con los inquilinos. El caso es que no son pocas las viviendas, compradas o adquiridas por herencia por sus propietarios, que están en esta situación. «Estamos en un momento raro. No sabemos muy bien por qué hay tantas viviendas cerradas. Actualmente existen seguros para posibles impagos», recuerda Juan José Corral, gerente de Inmobiliaria Corral. «Habrá quienes por estos precios de alquiler no quiera complicarse la vida», apunta desde Tecnocasa Ethan Valentín.