Batalla por la segunda plaza

Manuel Espadas
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El Vestas Alarcos recibe en el Quijote Arena al Puerto Sagunto, un rival directo en la lucha por disputar la fase de ascenso a la Liga Asobal (19 horas)

Batalla por la segunda plaza - Foto: Rueda Villaverde

Dentro de una fase terrible del calendario, el Vestas Alarcos afronta esta tarde en el Quijote Arena un choque crucial de cara a sus aspiraciones de ascenso a la Liga Asobal. 

El equipo que entrena Javier Márquez recibe al Puerto  Sagunto valenciano, o lo que es lo mismo, segundo contra tercero en la tabla. Un sólo punto separa a los manchegos de los valencianos, si bien, estos han disputado un partido menos, por lo que la victoria se antoja imprescindible para un Vestas Alarcos que, en el caso de concluir segundo la liga regular, tendría opción preferente de organizar esa fase de ascenso a la Liga Asobal.

El Puerto Sagunto es un recién descendido de la máxima categoría «y tiene la mejor plantilla de Plata. Cuando juega al ciento por ciento arrasa», avisa Javier Márquez. En el choque de ida los valencianos ya ganaron por once goles (39-28): «Nos pasaron por encima y fue posiblemente nuestro peor partido de la temporada, pero ahora somos un equipo diferente», recuerda el preparador manzanareño.

Para añadir más dificultad al reto, los problemas físicos continúan mermando a la plantilla manchega, que cuenta con las dudas por distintos problemas físicos de Toni Sarió, Asier Urain y Martín Molina.

«Para ganarles hay que tener un nivel de eficacia muy alto. Hay que tener paciencia en ataque porque ellos tienen uno de los 6-0 más duros de la Liga y una gran portería, y en defensa debemos recuperar las buenas sensaciones», resumió Márquez, que opina que «ganar sería muy importante, pero sólo un paso más de los muchos que quedan por delante, con salidas como las de Nava, Barcelona o Zarautz».

El club alarquista hace un llamamiento a la afición para que acuda a animar a su equipo en este trascendental choque. El apoyo de los seguidores ya resultó determinante en partidos como, por ejemplo, ante el filial del Barça, y ahora se pretende que el Quijote Arena sea una olla a presión para recibir a un rival que llegará con muchos galones.