Poeta en el tiempo

D.A.F.
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Nacido en Madrid, obtuvo el Premio Nacional de Poesía y es académico de la Historia. Fue director de la Biblioteca Nacional de España y secretario de Estado de Cultura. El jueves, estará en Ciudad Real como ponente de Amigos del Museo

Poeta en el tiempo

Nacido en Madrid, obtuvo el Premio Nacional de Poesía y es académico de la Historia. Fue director de la Biblioteca Nacional de España y secretario de Estado de Cultura. El jueves, estará en el Convento de la Merced como ponente de la asociación Amigos del Museo con la conferencia ‘Historia y poesía’.

Viene a Ciudad Real a disertar sobre las relaciones entre la historia y la poesía... ¿qué queda de ello una vez pasados los tiempos de la gran poesía épica?

Todavía hay muchas relaciones entre la poesía y la historia que tuve ocasión de desgranar en mi discurso de ingreso en la Real Academia de Historia. Es un tema que he concebido como propio desde hace mucho tiempo y que se puede tratar de muchas formas diferentes. Para esta conferencia he escogido una serie de textos que me parecen a caballo entre la poesía y la historia, como es La epopeya de Gilgamesh y otros.

¿En qué medida el afán de la belleza poética afecta a la calidad histórica?

Es que un poema no es un documento histórico, es un texto historicista en el que la poesía se mezcla con un sentido de la historia que no tiene por qué ser la historia real, veraz. Puede ser una historia mágica, que no tenga nada que ver con la historia de los datos, de los archivos, de las pruebas fehacientes. Lo que pasa es que ahora se identifica la historia como una ciencia y hasta prácticamente el siglo XX, ha sido también una de las bellas artes. La historia tiene un poso literario que la vincula con la belleza, con la poesía. Hay que pensar en historiadores como Polibio y tantos otros que buscaban la belleza, no sólo la verdad.

¿Cómo hay que afrontar una poesía histórica de hoy?

Creo que todo varía con el tiempo, pero hoy también se puede hacer una poesía histórica referida a personajes o acontecimientos históricos. Yo tengo algún poema histórico relativo a momentos importantes. Creo que la historia está tan imbricada con nosotros mismos que somos seres históricos por naturaleza. Todo lo que hacemos tiene que ver con la historia. Está unida a nuestras vidas con un principio y un final, y también es la historia que nos toca vivir en cada momento de nuestras vidas.

El actual, ¿también es un tiempo poético?

Este tiempo es igual de poético que cualquier otro, no es que sea más poético el siglo XVIII, que el XIX o el XX. Hubo cosas terribles como las grandes guerras del siglo XX, pero eso no significa que la vida no siga latiendo. De hecho, en el siglo XX también tenemos las maravillas más esplendorosas.

¿Qué proyectos tiene ahora entre manos?

Como siempre, poemas, una antología de poemas españoles contemporáneos que presentaré en breve. Y sigo con mis actividades habituales...

¿En qué medida su paso por la Administración deja un poso en su poesía?

Cualquier etapa de la vida deja una especie de influencia en lo que hacemos, pero no hay una influencia directa de mi labor pública en la poesía, sino el desempeño de una responsabilidad mayor con toda la honestidad posible.