Sergio Pardilla se enfrenta a su sexta Vuelta a España como si fuera la primera vez. El ciclista de Membrilla presume de veteranía dentro de las filas del Caja Rural-Seguros RGA, una madurez que no merma el ápice la ilusión con la que afronta una edición que partirá este sábado de las Salinas de la ciudad alicantina de Torrevieja. 

«Llego bien, motivado y con muchas ganas», subraya Pardilla, que deja atrás un curso marcado por la lesión sufrida en enero a raíz de la caída que tuvo en la Vuelta a San Juan, en Argentina, y que  sólo le ha permitido competir en la Mont Ventoux, el Tour de Occitania y la Vuelta a Portugal, además del Campeonato de España. Así, el ciclista asume que llega «con incertidumbre» a La Vuelta, ya que «ha sido un año difícil, el problema es que he acumulado muy pocos días de competición y está la duda de no saber muy bien cómo voy a rendir». Con todo, su participación en la Vuelta a Portugal que concluía el 11 de agosto le ha servido para intentar coger «ritmo de competición» y asegura que «físicamente me encuentro bien» de cara a una carrera «de supervivencia, son muchos días y hay que tomársela con otra mentalidad».

Aunque la regularidad no haya sido la deseada, «la experiencia ayuda y muchísimo» y sirve para suplir cualquier deficiencia;  «cuando eres joven no la aprecias, pero ahora sí lo sabes. Te conoces mucho mejor a ti mismo, la carrera la conoces», explica. 

triunfos. Mejorar la decimoquinta posición alcanzada en 2017 no está entre sus planes, ya que «son resultados que no dicen nada, significaría estar todos los días apretando y te hipoteca incluso para disputar alguna etapa porque ya vas mermado. Realmente el puesto no implica nada», así que «el objetivo real de todos es pelear una etapa, tener presencia en carrera todo lo que podamos y entrar en alguna fuga para luchar por una victoria de etapa». Sin dar pistas, Pardilla espera su momento.