Una gran cruz de Santiago da la bienvenida a La Solana

Redacción
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La obra es una pieza artesanal de diseño tridimensional, muy vistoso y con revestimiento de acero corten, elaborada a mano por el herrero José Manuel Pérez. La cruz de Santiago es un emblema de la localidad desde hace siglos

Una gran cruz de Santiago da la bienvenida a La Solana

Una gran cruz de Santiago saluda ya a todos los visitantes que llegan a La Solana. Ha sido levantada en la glorieta de la Avenida del Deporte, justo en la salida a Valdepeñas, gracias a la iniciativa de la Hermandad de Santiago Apóstol, que ha ideado y financiado el proyecto en estrecha colaboración con el herrero José Manuel Pérez, que "no ha cobrado un solo euro" por el diseño y la ejecución, según informa el ayuntamiento en un comunicado.

La bendición e inauguración oficial del nuevo monumento se celebró este martes, con la presencia de la cofradía del Apóstol y de las autoridades. Paulino Sánchez, secretario y Cronista de la Villa, recordó que la cruz de Santiago es muy identificativa de la localidad desde que fue reconquistada en el siglo XII por los caballeros de Orden. "Hemos querido que este símbolo salude a todos los que vienen y despida a los que se van, recordando a todos que este somos territorio santiaguista".

Tras la bendición, a cargo del párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey, intervino Valeriano Jaime, presidente de la hermandad. Expresó su gratitud al Ayuntamiento por aceptar colocar la cruz en esta glorieta. "Simboliza mucho para nosotros". También dio las gracias a José Manuel Pérez, el herrero que ha diseñado y forjado el monumento sin cobrar la mano de obra. El alcalde, Eulalio Díaz-Cano, tuvo palabras de elogio para la iniciativa de la hermandad y su esfuerzo económico para materializar el proyecto, amén del trabajo artesanal de José Manuel Pérez. "Es una obra de arte", subrayó. Además, cree que esta cruz representa "una parte fundamental de nuestra identidad". "Junto a la parte estética, es una parte de nuestra raíces y podemos estar orgullosos de ello".

Pieza artesanal. José Manuel Pérez, propietario de la empresa de forja La fragua de Pérez, ha construido la cruz con sus propias manos. "Cuando vino a verme la cofradía les dije que habían llegado al sitio adecuado; estaba deseando hacer algo para el pueblo y era mi oportunidad", admite. "Todo está hecho a mano, sin láser ni nada mecánico; es difícil decir cuántas horas de trabajo, pero muchas". Se trata de un diseño tridimensional, muy vistoso, con revestimiento de acero corten, muy al estilo de otras esculturas que adornan nuestra rotondas como son los casos de 'Hoces y espigas', 'el Quijote' o 'La aguja y el sol'. Con el tiempo adquirirá color rojizo. Tiene una altura de 6,5 metros, una anchura de 3 metros y pesa 1.850 kilos.