18 variedades de olivo resistentes a la Xylella fastidiosa

SPC
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Los primeros ejemplares ya crecen en la Universidad de Córdoba para ser plantados esta primavera en áreas afectadas por la enfermedad

18 variedades de olivo resistentes a la Xylella fastidiosa - Foto: Óscar Solorzano

Investigadores del proyecto europeo LIFE Resilience han preseleccionado 18 genotipos de olivo resistentes a la bacteria Xylella fastidiosa y otros patógenos de un total de 1.000, escogidos en dos fases de cruzamientos que se iniciaron en 2017-2018, y que se probarán en fincas de España e Italia. Las 18 variedades se han elegido por sus buenas características agronómicas -como precocidad de entrada en producción, rendimiento graso, estabilidad del aceite- y alta probabilidad de resistencia a la Xylella fastidiosa. Esta bacteria, aún poco presente en España, podría causar estragos en los olivares si se extendiera.

Según el proyecto, los 18 genotipos ya se han propagado y actualmente se encuentran creciendo en los invernaderos de la Universidad de Córdoba, uno de los socios del programa, a la espera de que alcancen una altura entre 60-80 centímetros. Posteriormente, estas plantas serán enviadas esta primavera tanto a la zona cero de la Xylella fastidiosa en Puglia (Italia), como a dos plantaciones más, una en Lucca, en la región italiana de la Toscana, y a la finca experimental del coordinador del proyecto, Balam Agriculture (Finca el Valenciano), para continuar con la evaluación agronómica.

Por su parte, la empresa Greenfield Technologies pone a disposición del resto de socios del proyecto información sobre el suelo, el desarrollo vegetativo, estrés hídrico de los cultivos y la climatología acontecida en las distintas fincas demostrativas y réplicas del proyecto, proporcionando información espacial y temporal valiosa para el establecimiento de las metodologías de buenas prácticas de cultivo que se están investigando para combatir la Xylella y otros patógenos.

La empresa ha llevado a cabo tanto vuelos de drones con cámaras multiespectrales y térmicas en las fincas que forman parte del proyecto, así como el procesamiento de imágenes de satélite cada 2-3 o 5 días gracias a los satélites Sentinel del programa Copernicus.