La DGT espera que desde ayer y hasta el próximo miércoles, circulen por las carreteras de la provincia de Ciudad Real cerca de 300.000 vehículos dentro de una operación especial de tráfico que recupera cifras prepandemia. La escapada de miles de conductores se hará con unos precios de los combustibles disparados, como no se recuerdan, en al menos, ocho años. 

Este viernes, en el pistoletazo de salida del puente, el litro de gasóleo habitual, el más económico, se pagaba de media en las estaciones de servicio de la provincia a 1,357 euros. La gasolina, a 1,473. 

Un vistazo al histórico de precios del Ministerio para la Transformación Ecológica permite comprobar que hace un año, con medidas de restricción a la movilidad de por medio por la expansión del coronavirus, llenar un depósito con 50 litros de gasolina era entonces 16 euros más económico. Si el vehículo era diésel, la factura para el bolsillo del conductor ha crecido en 15 euros y medio.

La subida de precios, sin embargo, se han 'relajado' a las puertas del puente: el valor de los carburantes ha encadenado esta semana su segunda caída consecutiva, con un abaratamiento de hasta el 0,29%, confirmando así el cambio de tendencia alcista que le llevó a sumar subida tras subida desde finales del pasado verano y a situarse a las puertas de sus máximos históricos.
Un ligero alivio para los conductores que no compensa lo experimentado en los últimos meses. Según el INE, por ejemplo, al calcular la evolución del IPC en el último año sitúa al grupo de de los carburantes como uno de los más inflacionistas en Castilla-La Mancha, con un alza de sus precios por encima del 30% en el último año. Solo los productos energéticos, la luz, se ha encarecido más en el último año en un ejercicio, además, en el que el consumo repunta hasta niveles prepandemia.

En este punto hay que recurrir al CORES, que pone cifra a cada tonelada de combustible que se consume en España por provincias. En la de Ciudad Real, hasta el mes de septiembre, el consumo de gasolina marca el tercer dato más alto de la última década, mientras que el diésel aún no recupera esos datos prepandemia, en parte, por el estancamiento de la venta de los vehículos impulsados por este carburante. Comparado con 2019, es aún un 15% inferior.