El hombre acusado de la muerte de su pareja el 27 de diciembre de 2020 en su casa de Villarrubia de los Ojos sabía lo que hacía. Así se desprende del informe de los médicos forenses al que ha tenido acceso este diario y en el que se dictaminan que el encausado no tenía alteradas sus capacidades cognitivas y volitivas, es decir, comprendía lo que hacía y no tenía mermada su facultad para controlar los actos.

José Manuel Illescas, de 46 años, está acusado de asestar presuntamente una puñalada mortal en el cuello a su pareja María Dolores Gozás la tarde del 27 de diciembre de 2020 en Villarrubia. Después huyó de la vivienda propiedad de la mujer y fue localizado y detenido en Villarta de San Juan. Desde entonces está en prisión provisional. 

Tras ser detenido, según fuentes próximas a la investigación, declaró que no recordaba nada y adujo que estaba bajo los efectos del alcohol. Esta es una de las circunstancia que se verá en el juicio. 

Según ha podido saber La Tribuna, José Manuel Illescas va a ser juzgado por un jurado popular. 

La Fiscalía de Ciudad Real pidió hace un año la prórroga en la causa por la complejidad de la misma y porque faltaban algunas pruebas periciales acordadas y testificales consideradas relevantes. Desde la Fiscalía han confirmado a este periódico que las diligencias han finalizado y «sólo queda la tramitación de las comparecencias del procedimiento del jurado ante el propio juzgado de instrucción». En la causa también está personada la madre y los hijos de María Dolores Gozás, que van a pedir a través de su abogado, Miguel López, la máxima pena por asesinato y la prisión permanente revisable. La víctima tenía una hija de 21 años y un chico de 14 cuando ocurrieron los hechos. La hija y otros testigos han afirmado que María Dolores Gozás era víctima de malos tratos por parte del presunto autor del crimen aunque no denunció. Al tratarse de un crimen de violencia de género también ejerce la acusación la Junta de Comunidades.