BBVA prevé para este 2022 una recuperación "robusta"

Javier D. Bazaga
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Altos niveles de inflación, nuevas olas del virus, o amenazas en la geopolítica internacional son algunas de ellas, pero la inercia de 2021 mantiene perspectivas positivas para este año

Desde BBVA creen que tras la pandemia existe una riqueza embalsada en la economía de las familias que está «deseando entrar al mercado» por lo que el consumo será uno de los elementos que contribuirán en la recuperación de sectores como hostelería - Foto: Javier Pozo

Las perspectivas de crecimiento económico para este 2022 son más que favorables, con un crecimiento robusto en muchos indicadores que vienen impulsados también por la inercia que ya traíamos del pasado 2021. No obstante, siguen existiendo incertidumbres que conviene tener en el horizonte de cara a futuras operaciones de inversión.

Éstas son algunas de las claves que se pusieron sobre la mesa durante la celebración del encuentro organizado por La Tribuna junto a BBVA, para analizar precisamente esas perspectivas y poder ofrecer el escenario más favorable para los inversores.

Rafael Doménech, director del servicio de estudios 'BBVA Research', aseguró que en 2022 se dará ese crecimiento «robusto» que en la mayor parte de las áreas económicas «va a estar por encima de lo que sería su potencial de crecimiento». Así, situó en torno al 4% el crecimiento en economías como la de EEUU o Europa, y del 4,5% para la economía mundial. Una tendencia que se mantendrá este año y el que viene, pero «sujeto aún a muchas incertidumbres», entre las que destacó la evolución de la pandemia. De hecho, en la entidad trabajan con escenario «base» en el que se sucederán nuevas olas de contagio, aunque sin los efectos que han tenido en épocas pasadas gracias a la inmunización de la población con la vacuna, lo que evitará tensiones sanitarias y nuevas repercusiones en la economía global.

Un instante de la celebración de este foro virtual organizado por La Tribuna y BBVA sobre Perspectivas 2022Un instante de la celebración de este foro virtual organizado por La Tribuna y BBVA sobre Perspectivas 2022 - Foto: LT

 

Con la inercia de 2021

Para Roberto Hernanz, responsable de Mercados de Banca Privada de la entidad, «nuestra perspectiva es buena» a pesar de que 2022 ha empezado de manera «convulsa», ya que «venimos con inercias de 2021 muy positivas», lo que, a su juicio, impulsará los beneficios empresariales «que es el catalizador que hará que suban los principales índices bursátiles».

Sin embargo, aquí se dan otras amenazas. Una es la esperada subida de tipos que, con la recuperación en marcha, es previsible que los bancos centrales comiencen a retirar los estímulos extraordinarios que han venido manteniendo sobre las economías. Algo que Doménech no cree que pase hasta finales de año o principios de 2023. Pero, por otro lado, mostró la sorpresa que ha supuesto la alta inflación que consideró «resultado de una recuperación mucho más intensa en la demanda que en la oferta, que se ha visto lastrada por los cuellos de botella o las disrupciones en las cadenas de producción» por la falta de componentes y materias primas. «Nuestra previsión es que los cuellos de botella van a continuar en la primera parte del año por lo que la inflación va a estar elevada, y habrá que esperar a la segunda parte de 2022 para una disminución gradual de las tasas», estimó el responsable del servicio de estudios del banco.

Todo ello hace pensar que «2022 va a ser un año de renta variable» para los inversores, como señaló Roberto Hernanz, ya que es el activo que más se paga en este tipo de escenarios, al que hay que sumar los eventos geopolíticos como la amenaza de un conflicto bélico en Ucrania, o la posibilidad de una burbuja inmobiliaria en China de la que vienen advirtiendo desde hace tiempo, que afectaría a la recuperación económica internacional dado el peso que ha ganado la economía china en todo el mundo.

Eso hace pensar en una «volatilidad» de los mercados, aunque el crecimiento será robusto también por la confianza del consumidor. Hernanz recuerda los planes puestos en marcha por las administraciones para mantener la salud económica de las familias «que ha generado una riqueza embalsada que está deseando entrar al mercado». Y añade una muy buena evolución en el empleo por lo que ve «mimbres como para que las empresas tengan una gran demanda de bienes y servicios». Aquí, y confiando en una segunda mitad de año «donde los riesgos Covid estén mucho más escorados», la reapertura favorezca a los sectores más ligados al ocio y los servicios.

Es por eso que recomendó a los inversores, teniendo siempre en cuenta su perfil de riesgo, colocar su potencial inversor en la renta variable «y no concentrarse tanto en deuda».

 

Cercanía como prioridad

En este punto intervino Javier Gómez, director de Banca Privada de la Dirección Territorial Centro de BBVA, que abarca Madrid y Castilla-La Mancha, para recordar que, desde que empezó la pandemia, «ha sido una etapa de muchísimo esfuerzo en términos de gestión y de mucha volatilidad en términos de mercados». Gómez destacó que en este tiempo «la prioridad ha sido la cercanía, acompañarles más si cabe en la toma de decisiones respecto de sus inversiones», lo que les ha llevado a gestionar más de 1.820 millones de euros en Castilla-La Mancha en 2021, con un incremento del 15,8% respecto a 2020, y llegando a 1.150 clientes, un 10,3% más. «La cercanía nos permite conocer al cliente de una forma más integral», aseguró.

Gómez tiene claras cuál han de ser las claves básicas para un buen asesoramiento al inversor, actual o futuro, que empiezan en una buena evaluación del perfil de riesgo. Algo que se hace a través de «los objetivos de inversión, el horizonte temporal, la experiencia inversora o la tolerancia a las pérdidas», para ubicar al inversor en el perfil más adecuado. El segundo lugar recomienda diversificación: «no poner todos los huevos en la misma cesta a la hora de invertir», y barajar activos, sectores, temáticas o áreas geográficas. En tercer lugar mencionó eliminar de la ecuación el «horizonte temporal», ya que «uno de los mayores aliados que tenemos ahora mismo, en estos entornos volátiles, es apostar por el largo plazo sin dejarnos llevar por esa volatilidad». Por último, Gómez habló de la «gestión de las emociones» precisamente para poder gestionar los recursos en estos entornos y no cometer errores. En este punto, y preguntado por un perfil más conservador, Gómez aseguró que «el mayor riesgo con este panorama es no hacer nada y dejar que la inflación erosione nuestro patrimonio».

Roberto Hernanz incidió en esa idea de «no sobrerreaccionar» al momento que tenemos actualmente porque, aunque aún es un año de «curvas», «no podemos dejar que los árboles nos impidan ver el bosque» teniendo en cuenta que «la gestión activa y la agilidad a la hora movernos por el mundo de la inversión va a ser clave.

Javier Gómez, director de Banca Privada de la Territorial Centro del banco, concluyó su intervención apelando a esa cercanía y experiencia que ofrece BBVA en el mundo de la inversión, y poniendo como ejemplo las nuevas tendencias inversión que se están dando que responden a «una demanda social», como las relacionadas con las nuevas tecnologías de la información, la sostenibilidad, los nuevos estilos de vida y consumo o los cambios demográficos.

 

Megatendencias, o cómo invertir en la transformación del futuro

La transformación tecnológica o la transición ecológica son ámbitos que se han convertido en oportunidades de inversión con grandes posibilidades

El mundo está cambiando y, con él, las tendencias de consumo y, por tanto, de inversión. Existe una corriente transformadora que va a condicionar en el largo plazo el modelo de sociedad en el que nos movemos, y que en BBVA han definido en cuatro grandes áreas, disrupción tecnológica, sostenibilidad, cambios demográficos y sociales, y nuevos estilos de vida y consumo. Son lo que llaman «megatendencias», y se conciben como motores de crecimiento.

Las megatendencias se caracterizan precisamente por suponer cambios estructurales en el largo plazo que afectan a todos los órdenes de nuestra vida, lo que las aleja de las modas pasajeras, y son transversales, de manera que cada cambio o evolución en una de estas áreas afecta a las otras, o viene provocado por los cambios de otra.

Son tendencias que en banco han detectado y han materializado para convertirlas en «oportunidades reales de inversión», que no deja de ser una respuesta a una «demanda social», indica Javier Gómez, director de Banca Privada de la Territorial Centro de BBVA.

Un ejemplo lo pone en el desarrollo del 5G, o lo que cree que será «la edad de oro en la conectividad de las personas, lugares y cosas», que requerirá importantes cantidades de inversión tanto en innovación como en infraestructuras de comunicación.

También el almacenaje y uso de los datos para crear modelos predictivos que van a transformar procesos industriales en robotización, sector salud, nuevos modelos de ciudad…

En cuanto a la sostenibilidad desde la entidad «vamos a acompañar a los clientes y sociedad en su conjunto en esta transición hacia un futuro más sostenible», con una serie de retos, pero que suponen «oportunidades» para aprovechar, ya que el camino hacia la descarbonización «está haciendo trabajar mucho a la economía», indicó, que podrían alcanzar inversiones anuales cercanas a los 4 billones de euros a nivel mundial.

Javier Gómez se mostró convencido del papel que pueden jugar desde la entidad para acelerar todos estos procesos.