La Cooperativa y Almazara Virgen de las Viñas de Tomelloso tiene previstas iniciativas para mejorar y modernizar sus instalaciones que supondrán una inversión de entre 30 y 40 millones de euros. El presidente de la Cooperativa, Rafael Torre, asegura a La Tribuna que los ingenieros técnicos están estudiando ya esos proyectos, «pero debido a la situación económica crítica por la que atraviesa el país cabe la posibilidad de que se difieran en dos partes en vez de hacerlo todo a la vez».

 El objetivo de la cooperativa tomellosera es llevar a cabo esa inversión a través de «importantes» proyectos que se presentarán a finales de año. En declaraciones a este diario, Torres avanzó algunos de ellos como la construcción de más naves para el almacenamiento de barricas, la ampliación de la depuradora, la instalación de placas solares en las dependencias de Virgen de las Viñas, así como la puesta en marcha de un concentrador-electrificador de mostos y el montaje de más equipos de frío y de depósitos de almacenamiento de vino. Aunque todos son proyectos prioritarios, estos dos últimos, reconoció Torres, son «muy necesarios» para la bodega, ya que a la «cooperativa le cuesta cada año mucho dinero tener que alquilar el envase en otros pueblos».

Diferentes iniciativas que supondrán una inversión de entre 30 y 40 millones de euros, pero que tendrán que realizarse en varias fases por la situación generalizada de la «bajada de los precios en los vinos», por lo que la intención de la cooperativa es estudiar cuáles son los más primordiales e ir haciéndolas «poco a poco», con la finalidad de que el socio «no tenga que hacer un desembolso extra de sus liquidaciones».

El objetivo, subraya Torres, es sufragar los proyectos «con las reservas de la cooperativa». Un ejemplo de que las cuentas de la empresa están saneadas y que «va muy bien económicamente», algo que ha caracterizado a la bodega desde su fundación, hace ahora 60 años, y que «han cuidado los diferentes presidentes que han pasado por ella». «Obras se pueden hacer muchas, pero no se puede obviar la economía con el fin de no asumir a la cooperativa en una deuda que tengan que ir pagando los socios a largo plazo, por lo que se hará con arreglo a nuestras posibilidades económicas sin dañar los buenos resultados y la economía de los socios», argumentó Rafael Torres, quien lleva al frente de la presidencia de la bodega desde hace más de 20 años. Virgen de las Viñas cuenta en la actualidad con 3.000 socios que cultivan más de 20.000 hectáreas de viñedo y 2.400 hectáreas de olivar.

La intención de la cooperativa es empezar a desarrollar el primer proyecto en 2023, tras aprobarse en los próximos meses las ayudas del programa Focal de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que tiene como objeto ofrecer ayudas a las empresas agroalimentarias que pretenden incrementar su valor añadido a través de inversiones que afecten a la transformación y/o comercialización de los productos.

 Este plan inversor, reconoció, supondrá también un revulsivo económico para Tomelloso y la comarca, pues «cuando la cooperativa tiene un buen año de cosechas en sus productos, la localidad resurge económicamente. La Cooperativa Virgen de las Viñas es el motor de Tomelloso», argumentó, al tiempo que recordó también «la actividad cultural y docente que se desarrolla y que lleva a Virgen de las Viñas a ser un referente entre el mundo del cooperativismo a nivel nacional». Por todo ello, su presidente mostró su satisfacción por el trabajo y esfuerzo de los socios en todo este tiempo en el que la «cooperativa siempre ha progresado y ha estado a la vanguardia de la última tecnología». Y es que, reconoció, la tecnología ha avanzado y lo ha hecho muy deprisa, por lo que «hemos tenido que adecuarnos a ella, pero la prosperidad de la cooperativa ha estado basada en todos los presidentes que ha tenido».