Socuéllamos 'se cuela' en los premios Goya

A. Pobes
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El socuellamino Socorro Arenas protagoniza el cortometraje 'Figurante', nominado a mejor cortometraje documental en los Goya, que se celebrarán el 12 de febrero de 2022 en Valencia

Socuéllamos ‘se cuela’ en los premios Goya

A sus 62 años, Socorro Arenas está viviendo una experiencia «única», y no es para menos. Su pasión por ser actor le ha llevado a protagonizar el cortometraje Figurante, nominado a mejor cortometraje documental en los Premios Goya, que se celebrarán el próximo 12 de febrero en el Palau de les Arts Reina Sofía, de Valencia. 

Natural de Socuéllamos, ha hecho que el nombre de su pueblo esté presente en uno de los acontecimientos más importantes del cine con una denominación «inesperada» pero que acoge, reconoce, con mucho «orgullo y satisfacción». Y es que, comenta en declaraciones a La Tribuna, es un reconocimiento a la figuración en el mundo del cine porque «a lo largo de la historia ha habido reconocimientos a todo, pero de figuración jamás se ha hecho ni una mínima mención,   cuando somos un sector prácticamente imprescindible y que con mucho amor aportamos nuestro grano de arena a la magia al mundo cinematográfico», argumenta al tiempo que se pregunta qué sería de una escena si no estuviera la figuración. Figurante competirá, bajo la dirección de Nacho Fernández, por ser el mejor cortometaje documental con otros tres trabajos como Mama, de Pablo de la Chica;  Ulises, de Joan Bover y Dajla: cine y olvido, de Arturo Dueñas pero «solo con el simple hecho de estar nominado, aunque no seamos ganadores, es suficiente porque ya supone un reconocimiento». Y eso, insiste, es lo que se pretendía con este proyecto.  

Asegura que es su primera nominación a los Goya, pues nunca antes uno de sus proyectos ha sido finalista, lo que le ha llevado a «estar en una nube». «Es uno de los sueños que quiere todo el mundo que se dedica a esto, y estar preseleccionado para los Goya así, de golpe y porrazo, es una gran alegría. Estoy muy contento y emocionado pero también muy nervioso», manifiesta.      

un corto de su biografía. A Socorro Arenas le ha gustado el mundo del teatro desde muy joven,y con solo 15 años ya formaba parte de un grupo teatral de Socuéllamos para fundar años más tarde 'Esperpento', también en su pueblo natal. Fueron sus primeros inicios de formación como actor, de la mano de directores como Antonio Rivera y José Luis del Coso, y de monitores que «nos daban clases de interpretación» procedentes de distintos lugares de la provincia «gracias a la Diputación».  

Padre de tres hijas se trasladó a Madrid, donde reside desde hace varias décadas, y donde vivió la crisi económica de 2008, que le llevó a la ruina tras haber abandonado el mundo del teatro y la interpretación. Fue entonces, cuando retomó el mundo actoral,  y lo hizo con más fuerza y ganas que nunca. «Pensé que lo que nunca me iban a quitar jamás serían las ganas de cumplir mi sueño de actuar frente a la cámara», relata. Y Socorro Arenas cumplió su sueño con la serie doctor Mateo. A partir de entonces, llegaron otros muchos castings y cortometrajes hasta que llegó su debut en el cine con la película Vulnerables, y que se rodó, por casualidades de la vida, en Argamasilla de Alba.  

Reconoce, que «no se puede vivir de actor», por lo que decidió apostar también por hacer figuración y afrontarlo «como una escuela, más que como una profesión porque es un mundo en el que se aprende muchísimo». Ahora, su historia llega en forma de cortometraje y bajo el nombre de Figurante, con el que se quiere rendir tributo a todas las personas sin nombre ni rostro que forman parte de la historia del cine desde sus comienzos, y hacen que las películas sean tan mágicas como el primer día. «Estoy muy contento de dar la cara por todos los compañeros con  mi propia historia y un tema común, la figuración», insiste para señalar después que aunque el protagonista de esta historia sea él «en este proyecto los protagonistas reales somos todos los compañeros de figuración del mundo». 

A pesar de que la historia es su historia, el proyecto se ha hecho con «tanto amor y cariño» que ha sido «muy fácil seguir las instrucciones del guión y del director». Ahora, tras haber visto la luz este trabajo asegura que el único proyecto que tiene encima de la mesa, como le ocurre a todo actor y figurante, es el teléfono a la espera de recibir una llamada de trabajo o de  anuncios de rodaje. De momento,   y hasta que se desvele el enigma del ganador del Goya, Socorro Arenas seguirá con su ritmo de vida normal y trabajando «con mucho amor».