«Me he encontrado un complejo más moderno y descarbonizado»

A. P.
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El nuevo director del Complejo Petroquímico de Repsol en Puertollano recuerda su anterior paso por la ciudad y las transformaciones en innovaciones que se están aplicando

«Me he encontrado un complejo más moderno y descarbonizado» - Foto: Rueda Villaverde

Ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Madrid, lleva trabajando casi tres décadas en Repsol. Comenzó su andadura profesional en el complejo industrial de Tarragona como ingeniero de proyectos en el área Química. En 2010 llegó al Complejo Industrial de Puertollano para asumir varias responsabilidades hasta que en 2018 se trasladó al Complejo Industrial de Sines (Portugal) para dirigir Repsol Polímeros en el complejo químico. Ahora, doce años después, regresa de nuevo al complejo de Puertollano, esta vez como director.

El pasado mes de septiembre tomó posesión como nuevo director del complejo petroquímico de Repsol Puertollano. ¿Cómo afronta este nuevo cargo?

Con mucha ilusión, responsabilidad y compromiso. Todos los que formamos Repsol tenemos un gran reto por delante que es transformar la compañía y, en mi caso, transformar el complejo. Para mí es una ilusión y un orgullo poder liderar un equipo de más de 1.500 personas, que son las que trabajan en el Complejo Industrial de Puertollano, y ser capaz de transmitirles esa ilusión, esa motivación y esa ambición para poder conseguir ese objetivo. Estoy plenamente convencido de que estamos preparados y que vamos a afrontar el reto de la mejor manera posible, y de hecho ya lo estamos demostrando.

«Me he encontrado un complejo más moderno y descarbonizado»«Me he encontrado un complejo más moderno y descarbonizado» - Foto: Rueda Villaverde

Dice que ya se está consiguiendo ese reto. ¿De qué manera?

La transformación industrial ya está en marcha en el Complejo Industrial de Puertollano. Cada día se implantan procesos más seguros y sostenibles, y trabajamos para ser capaces de generar productos con baja o incluso nula huella de carbono.

Arsenio SalvadorArsenio Salvador - Foto: Rueda VillaverdeDespués de más de una década vuelve a un complejo en el que ya estuvo trabajando durante dos años, asumiendo las responsabilidades de director de Ingeniería y Mantenimiento y de Fiabilidad. ¿Ha percibido que el complejo haya cambiado en estos años?

La vida, la sociedad y el mundo cambian, pero también los complejos. Un periodo de diez años es suficiente para apreciar los cambios. Me he encontrado un Complejo Industrial evolucionado y con una gran capacidad de adaptación a las demandas de la sociedad y a las regulaciones del sector, y con un esquema productivo que se ha ido adaptando a las nuevas necesidades. En cuanto al personal, me he encontrado que hay personas que felizmente han terminado su vida profesional después de mucha dedicación y experiencia, y de los que guardo un especial cariño, y he apreciado que hay otras personas que cuando me marché se estaban iniciando en su carrera y ahora son profesionales consolidados y con más experiencia y solvencia. Y eso, da mucha fortaleza a la capacidad del complejo. Sin olvidar la savia nueva, que son el futuro. El complejo ha cambiado, y la foto de hace diez años es diferente, ya que es un complejo más moderno, descarbonizado y eficiente que ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad en los últimos años.

Pero ese cambio no ha caído del cielo...

Efectivamente, ese cambio se ha debido a que Repsol ha invertido casi mil millones de euros destinados a modernizar y hacer más competitivas sus instalaciones, mejorando su capacidad de conversión y convirtiendo su negocio químico en un centro de producción altamente especializado y puntero en materia de economía circular y de reciclaje. En un aspecto tan importante como la seguridad y el medio ambiente, Repsol ha invertido en estos últimos diez años una media anual de entre 35 y 40 millones de euros al año para mejorar en estos aspectos, por lo que la mejoría es apreciable.

¿Cuál es la situación de Repsol ante un escenario que cada vez se pone peor por la grave crisis energética?

Hemos incrementado nuestros esfuerzos para contribuir a la sociedad. Por un lado, seguimos ejerciendo nuestra labor como servicio esencial para la sociedad, para lo que hemos destinado más de 2.000 millones de euros en lo que va de año a incrementar nuestros inventarios para garantizar el suministro de España. Asimismo, hemos mantenido los descuentos en carburantes a nuestros clientes, que se han beneficiado desde el mes de marzo de ahorros por valor de más de 300 millones de euros y hemos cerrado con los representantes de los trabajadores un Acuerdo Marco, en el que se establecen aumentos salariales. Y hemos continuado con nuestro esfuerzo inversor en las instalaciones de refino que rondan una media de 1.000 millones de euros anuales desde 2008, mientras en Europa se cerraban refinerías.

¿Cómo afecta este contexto actual al Complejo Industrial de Repsol?

Estas inversiones en los complejos, como en el de Puertollano, ha permitido garantizar el suministro de España en el actual entorno y mantener empleo de calidad. En este sentido tenemos que ser flexibles, entender el contexto y adaptarnos a él.  El Complejo Industrial de Repsol en Puertollano es uno de los pocos centros petroquímicos que fabrican todos los productos derivados del petróleo y en la parte de química, tenemos una producción muy especializada y diferenciada. Eso, junto con el proceso de transformación industrial en el que estamos inmersos, nos hace situarnos en varios mercados a la vez que nos permite adaptar nuestra producción buscando el equilibrio y las mejores oportunidades.

Los procesos serán más seguros y eficientes, pero menos intensivos en la huella del carbono. ¿Esto supone no renunciar a ninguna tecnología?

Así es. Para adaptar estos procesos apostamos por todas las tecnologías y vectores energéticos con el objetivo de conseguir descarbonizar nuestra actividad y ser un actor principal en la transformación industrial de la comarca y de Castilla-La Mancha.

Repsol fue la primera empresa del sector en anunciar el objetivo de cero emisiones de CO2 en 2050. ¿Se va avanzando en lograr ese reto?

Por supuesto, y se está avanzando en esa senda establecida de descarbonización dentro de nuestro plan estratégico, que es la que nos va a ir marcando los diferentes hitos para poder alcanzar esa meta y posicionar a nuestra compañía y al Complejo Industrial de Puertollano donde queremos que esté. Un plan que establece que tenemos que haber reducido un 12 por ciento en el año 2025, un 25 por ciento en 2030 y un 50 por ciento en 2040 hasta conseguir cero emisiones netas en 2050. Es decir, tenemos unos hitos intermedios que debemos ir cumpliendo y lo estamos haciendo. En los últimos diez años se han emitido 660.000 toneladas menos de CO2, una reducción que está enmarcada dentro del plan estratégico para alcanzar esa neutralidad carbónica en el año 2050.

Uno de los proyectos que acelerará ese objetivo será la construcción de la primera planta de recuperación de espumas de poliuretano. La intención era que estuviera operativa a finales de este año. ¿Lo estará?

A día de hoy, la recuperación de espumas tiene una tasa de reciclado muy baja, y Repsol apuesta por recuperar este material. Llevamos muchos años produciendo poliuretano virgen en nuestros complejos de Puertollano y Tarragona, por lo que es un producto, un mercado y una tecnología que conocemos muy bien y que sabemos hacer. Teníamos todo a favor para ser capaces de avanzar en un proyecto tan innovador como ser la primera planta de España de poder reciclar este producto, y por eso nace este proyecto. Debido a un reajuste en el programa, se pondrá en marcha en el primer trimestre de 2023, pues estamos en fase de construcción. El próximo año tendremos esta planta que nos permitirá ser capaces de retirar de los vertederos unos 200.000 colchones usados y reincorporarlos, mediante un reciclaje químico, otra vez a su ciclo de vida. Procesaremos estos 200.000 colchones anuales para generar 2.000 toneladas de materia prima, que una vez procesada nos permitirá producir unas 5.000 toneladas de poliuretano reciclado que introduciremos en el mercado. Sin duda, un claro ejemplo de economía circular.

El Complejo Industrial de Puertollano también proyecta otras soluciones punteras de descarbonización como la instalación de una planta de producción de hidrógeno renovable a partir de fotoelectrocatálisis. ¿Qué supondrá esta planta para la comarca?

Es una tecnología innovadora que permitirá la transformación directa de energía solar en producción verde y oxígeno descomponiendo la molécula del agua. El aspecto diferencial de esta tecnología, es que todo se hará en un solo paso sin tener que pasar por generación de energía eléctrica, es decir, son las propias placas las que, con la energía del sol, consiguen separar la molécula de agua en hidrógeno y oxígeno. Un proyecto muy innovador y ambicioso en el que Repsol lleva trabajando desde el año 2010, una tecnología que ya ha sido probada y testada con éxito en el laboratorio y ahora será probada en una planta demo a nivel industrial con el objetivo y la ambición de que el día de mañana sea una tecnología de producción de hidrógeno verde muy competitiva e interesante para el sector industrial. Se pondrá en marcha a finales de 2025 y permitirá aprender y desarrollar la tecnología y alcanzar el grado de madurez para seguir expandiéndola. Será la única de estas características en Europa y producirá alrededor de 100 kilos de hidrógeno verde al día a partir del uso de luz solar.

Todos estos proyectos demuestran que ante un horizonte de desafíos e incertidumbres, ¿la transformación industrial seguirá en el ADN de Repsol?

Por supuesto, la transformación industrial está en el ADN de Repsol y así lo ha demostrado la compañía en los últimos años. Y en el caso concreto del Complejo Industrial de Puertollano, desde cuando se empezó a destilar pizarras bituminosas, hace ahora 70 años. En Repsol estamos convencidos de que el futuro tiene que ser un futuro descarbonizado y no tenemos ningún miedo a afrontar el desafío porque lo llevamos en el ADN y porque lo hemos estado haciendo continuamente. Repsol apuesta por la industria porque genera riqueza y empleo y fija población en el territorio, por lo que entendemos que es muy importante para el desarrollo económico de Europa y de cualquier país. Pero no basta con que Repsol y otras empresas defendamos el sector industrial, pues también hace falta apoyo institucional e identificar al sector como un sector que genera riqueza y empleo de calidad y fija el asentamiento de personas en el territorio.

 Pero para eso también hace falta una potente inversión. ..

Así es, y para eso las empresas tienen que tener beneficios. En el caso de Repsol, los beneficios son para retribuir a nuestros accionistas, pero también se revierten en la inversión industrial de manera directa, generando nuevos proyectos y más puestos de trabajo, y para eso necesitamos contar con un marco regulatorio estable que nos permita usar todas las tecnologías disponibles y tener a nuestro alcance todos los vectores energéticos para avanzar en esa transformación industrial.

Habla de que el apoyo institucional es importante. ¿Repsol cuenta con ese apoyo?

El Complejo Industrial de Repsol Puertollano tiene una excelente relación con todas las administraciones y entidades locales, y el apoyo institucional existe y es bueno. Nos movemos en un mercado muy volátil en el que las oportunidades no son permanentes y el negocio es cíclico. Para hacer ese negocio se necesita, por nuestro lado, desarrollar la ingeniería y la construcción de una manera ágil, y por otro, que las instituciones avancen en todo lo relacionado con las licencias, permisos y autorizaciones de una manera también ágil. Si los dos no vamos juntos de la mano, la oportunidad de crecimiento y generación de empleo y riqueza puede desaparecer y, por lo tanto, el proyecto deja de ser rentable. El apoyo institucional es bueno, pero tenemos que ser conscientes de que cuanto mejor sea, más rápido vamos a avanzar y crecer.

La mayor contribución de Repsol en la comarca de Puertollano es la generación de empleo...

Repsol no es solo generador de empleo, también de riqueza y de fijación de población en el territorio. De manera directa venimos generando riqueza a 2.500 personas, y de manera indirecta estimamos que hay del orden de 7.000 personas que también se ven beneficiadas de que Repsol disponga en Puertollano de un complejo industrial fuerte, robusto, sólido, sostenible y moderno. En el proceso de transición industrial se van adaptando nuestras unidades, por lo que para la compañía es muy importante mantener el empleo y la riqueza que genera en la comarca y poder crecer con las oportunidades que se planteen en el futuro para afrontar estos desafíos tan retadores que pondrá encima de la mesa la transición energética.

¿Qué futuro le augura al Complejo Industrial de Repsol en Puertollano?

Muy ilusionante, ambicioso y muy esperanzador, enfocado a la descarbonización, pues cada día queremos ser un complejo más descarbonizado. Queremos convertir el Complejo Industrial de Puertollano en un polo multienergético referente en la transformación industrial en Castilla-La Mancha, y todos los que trabajamos en Repsol somos conscientes del gran desafío y la gran responsabilidad que supone estar a la altura para atender esas demandas.