Los fuegos bajan pero hay más superficie forestal afectada

Manuela Lillo
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Ciudad Real es la provincia de la región con mayor volumen de hectáreas de este tipo afectadas por las llamas, con 374

Diez medios en la extinción de un incendio en Alhambra

El número de incendios que se han registrado en la provincia de Ciudad Real en el primer semestre del año se ha reducido a la mitad en relación con mismo periodo del año pasado, si bien la superficie forestal que se ha visto afectada por las llamas ha sido mayor. Así lo ponen de manifiesto los datos estadísticos publicados por la Junta de Comunidades, concretamente por la viceconsejería de Medio Ambiente, dentro del seguimiento exhaustivo que realiza de este tipo de siniestros. 

En concreto, desde el 1 de enero y hasta el pasado 30 de junio, en la provincia de Ciudad Real se habían contabilizado un total de 32 siniestros por fuego en el entorno natural, frente a los 65 registrados en el mismo periodo del año 2019. Esto es un 50,7 por ciento menos. 

Más significativo es aún un descenso registrado en cuanto a incendios, es decir, los fuegos que afectan a una superficie forestal superior a una hectárea. En este caso, en los seis primeros meses del año eran 9 los incendios registrados en la provincia de Ciudad Real, mientras que en el mismo periodo del año anterior se habían situado ya en 21. 

De este modo, llama la atención que pesar de la disminución del número de siniestros en el medio natural, la superficie forestal afectada por las llamas ha aumentado; esto es, que los incendios han tenido peores consecuencias en zonas de mayor valor del patrimonio natural. En concreto, los 65 siniestros por fuego afectaron el año pasado hasta junio a 217,62 hectáreas forestales, mientras que los 32 siniestros registrados hasta el pasado 30 de junio dañaron 374,60 hectáreas de mayor valor natural. 

Al analizar el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 30 de junio de este año es inevitable tener en cuenta un hecho insólito que ha marcado la vida de los ciudadanos: el confinamiento. Esto es, las salidas fuera de casa y también al medio natural se han reducido a su mínima expresión debido a un estado de alarma que obligó a que la población permaneciera en casa aislada para evitar la transmisión del coronavirus. 

Así pues, en estos seis primeros meses del año sólo se contabilizó una treintena de siniestros por fuego, la mayoría de ellos atajados antes de que llegara a mayores, es decir, se quedaron en conatos, que en este caso tienen una afectación inferior a una hectárea.   

inicio de la campaña. Con el mes de junio, que viene acompañado tradicionalmente de altas temperaturas y que abre la puerta del verano, se inicia cada año la campaña especial de riesgo de incendios y en este primer mes (junio) se constata un inicio tranquilo en cuanto al número de siniestros, ya que no llegan a diez los incendios contabilizados a fecha del pasado día 30, aunque no así por lo que respecta al daño causado en el medio natural.  

Para atajar todas las incidencias que se producen por fuegos forestales se articula un amplio dispositivo de medios y efectivos, los cuales se recogen en el paraguas que supone el Plan Infocam. Para la presente campaña se destinarán más de 83 millones y 3.000 personas para trabajar en la lucha contra incendios en el conjunto de la región, según detalló a finales de mayo el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, quien destacó que el presupuesto autonómico para esta finalidad aumenta en cuatro millones de euros en relación al año pasado. 

Hasta junio, Ciudad Real es la provincia con mayor superficie forestal afectada de la región, con las 374 hectáreas mencionadas, seguida de Toledo con 170. En menor medida: Albacete, con 41; Cuenca con 16 y Guadalajara, con 9,77.