Holanda fue la cuna, pero el proyecto de celebrar una gran feria de vino a granel de ámbito internacional conquistó otros territorios en los que el vino representa un gran mercado. Primero fue China, en 2019. Se dieron cita en Yantai más de 130 bodegas de 17 países y compradores asiáticos.

El pasado mes de junio, una vez que la pandemia se había mitigado, tocó el turno de Estados Unidos, un país donde la empresa organizadora de la feria, la ciudadrealeña Pomona Keepers, dio por plantada la semilla de la que desean que sea una gran feria. No obstante, la organización reconoce que de momento hay que hacer «un paréntesis» en esta maniobra de expansión y por ello no contemplan celebrar ediciones de la WBWE en 2023, sino aplazarlas a 2024.

Su directora general, Otilia Romero de Condés, recuerda que el país asiático impone todavía fuertes medidas sanitarias por el COVID-19, lo que hace «imposible» la organización de una feria de cara al año que viene y ya trasladan la cita al año 2024, cuando confían en que tanto la pandemia como la actual situación de incertidumbre económica de la guerra se hayan superado.

En el caso de Estados Unidos, la organización indica que si bien no se celebrará una nueva edición el año que viene, sí están previstas actividades para mantener el vínculo vivo con este país.

Por todo esto, Pomona Keepers centrará sus esfuerzos en hacer «más potente» la edición de 2023 de Ámsterdam, donde se ha conseguido consolidar el encuentro mundial y convertirlo en una referencia para el vino a granel en todo el planeta.