El encarecimiento del embotellado impulsa el vino a granel

M. L.
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La nueva edición de la WBWE se configura como el escenario para relanzar este negocio tras el impacto de la pandemia y en medio de la incertidumbre por la guerra

La organización avanza una ocupación del 100% del espacio expositor. - Foto: LT

El negocio del vino a granel ha vivido un antes y un después desde la celebración de la World Bulk Wine Exhibition, el Encuentro Mundial de Vino a Granel que se celebra cada año en Ámsterdam, un evento mundial con raíces en Ciudad Real y que ahora se marca otro reto: alcanzar el nivel de negocio que había antes de la pandemia, al ya se aproxima, y mantenerse como lo que es, «la feria líder en el mundo, de aquí sale todo el negocio del vino a granel y cada año vemos que somos más imprescindibles», afirma su directora general, Otilia Romero de Condés.  

A punto de dar la bienvenida a su edición número 14, que se celebrará los días 21 y 22, la feria ya cuenta con una ocupación del 100%, aunque echará de menos la presencia de países como China, aún cerrada al mundo como consecuencia de la pandemia de coronavirus, y Rusia, inmersa en el conflicto bélico con Ucrania. «Las circunstancias del mercado, político-sociales y económicas influyen», comentó Romero de Condés, subrayando que ésta será la primera feria que se celebre después de la pandemia y tras el ejercicio «de valentía» que hicieron en 2021 para celebrar la edición número 13, que salió adelante a pesar de las restricciones sanitarias que todavía había.

Frente a las adversidades que suponen la incertidumbre del mercado, la WBWE encara la nueva edición con la previsión de recoger otro de los frutos que ha ido sembrando a lo largo de toda su andadura: la mayor apuesta de las bodegas por distribuir sus productos a granel, habida cuenta también del incremento de los precios que está experimentando el proceso de embotellado, desde el vidrio, hasta el caucho o las etiquetas. «Llevamos 14 años hablando de la huella de carbono, de economizar los transportes, de la economía circular y ahora es cuando se visibiliza esto y cuando estamos hablando de que hay una tendencia que es la del embotellado en destino, para transportar un vino al destino seleccionado, embotellarlo en el mismo y ahorrar muchos costes», dijo, ahondando en las posibilidades que ofrece esta nueva situación y después de poner de relieve el mayor peso que tienen las marcas privadas, que compran a granel, tienen su embotelladora y su marca propia y los distribuyen posteriormente. «Estados Unidos es líder en este mercado, ya que es un negocio que está en alza y ofrece muchas oportunidades».  

«No es lo mismo transportar un palé embotellado que un flexitank, no tiene nada que ver, los costes se reducen muchísimo», comentó, señalando el ahorro de los costes de producción con los nuevos formatos para comercializar el vino.

En este nuevo tablero del mundo del vino, las bodegas y cooperativas han respondido bien. De hecho, la empresa organizadora, Pomona Keepers (Manzanares) califica como éxito completar la ocupación, 220 expositores, que durante dos días darán a conocer sus productos desde Ámsterdam al resto del mundo. En el caso de Castilla-La Mancha, la respuesta también ha sido muy buena. Aliados de esta feria que parte de esta tierra, serán 35 bodegas y cooperativas las que participarán representando a un total de  57 al acoger a algunas de segundo grado. Es quizás, comentó su directora, la mayor región representada al ser también la que más vino produce. A los Países Bajos asisten bodegas de Ciudad Real, Albacete, Toledo y Cuenca. Como novedad, apuntó, cada vez hay más territorios que aunque con menos peso en la producción, han visto en esta feria una oportunidad, como las de Alicante, Barcelona, Madrid, Tenerife o Murcia.

presencia mundial. También habrá bodegas de otras partes del mundo, de hasta 31 países expositores y de 55 en cuanto a los compradores, que tendrán acceso al 80 por ciento de la producción mundial de vino, ya que es lo que se estima que aglutina esta feria del total de 260 millones de hectolitros que se producen, un 1 por ciento menos, a pesar del descenso del seis por ciento registrado en España, con unos 33 millones de hectolitros, que se elevarían a entre 36 y 38 sumados los mostos.

En el caso de Castilla-La Mancha, la principal región productora del mundo, la sequía también ha pasado factura y la producción cosechada se estima entre los 17 y los 18 millones de hectolitros, mientras que si se añaden los mostos se sitúan entre los 20 y 20,5 millones de hectolitros.