El BM Alcobendas, que pase lo que pase acabará como primer clasificado de esta fase por la permanencia en Plata, ejercerá de juez en la última jornada liguera, en la que visitará el pabellón Puerta de Santa María de Ciudad Real (sábado, 19 horas). El Vestas Alarcos depende de sí mismo para evitar el descenso, aunque para ello necesita sumar los dos puntos frente a los madrileños, o en el caso de no poder lograr el triunfo, cruzar los dedos para que el Cajasur Córdoba no gane en su partido contra Zamora.

No será un partido muy cómodo para el entrenador del conjunto alcobendeño, Samuel Trives, jugador durante nueve temporadas del desaparecido BM Ciudad Real (1996-2005), donde también ejerció de capitán.

El equipo madrileño, que ya ganaba al Alarcos en la primera vuelta (29-25), solo ha perdido un partido en esta segunda fase, y fue precisamente en la pista del Cajasur Córdoba hace dos fines de semana, por lo que su papel está siendo decisivo en esta pelea que están manteniendo cordobeses y ciudadrealeños por lograr el último puesto de permanencia que queda por asignar.

Pero pese a reconocer los lazos afectivos que le unen con Ciudad Real y con el Alarcos, «heredero» del BMCiudad Real, Samuel Trives advierte que su único objetivo es «ganar el partido y despedir la temporada con un buen sabor de boca», y que no tiene intención de dar minutos a los jugadores menos habituales, más allá de como lo está haciendo hasta ahora.

 «Si se da la circunstancia de que ganamos el partido y Alarcos baja, me producirá tristeza, pero nosotros vamos a ir a ganar», insistía el madrileño, aunque admite que en este partido «se tiene que notar qué equipo se está jugando la vida», considerando al Alarcos «un equipazo».