Cuando los sueños se hacen realidad

Manuel Espadas
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Miguel Sánchez-Migallón disfruta de su mejor momento deportivo, a las puertas de los Juegos Olímpicos de Tokio y como flamante fichaje del Kielce de Talant Dujshebaev

Miguel Sánchez-Migallón posa en el Quijote Arena de Ciudad Real. - Foto: Rueda Villaverde

Miguel Sánchez-Migallón Naranjo (8 de febrero de 1995, Ciudad Real) está en una verdadera nube. En solo unas semanas, su carrera profesional ha acelerado de tal forma que desde fuera provoca vértigo, aunque él lo asume con ilusión y una enorme sonrisa en la boca, pero también con serenidad y templanza. Su rutilante fichaje por el Kielce de Polonia, equipo ‘top’ de la Liga de Campeones, se está solapando en el tiempo con la posibilidad, pequeña pero real, de que sea uno de los elegidos por Jordi Ribera para representar a España en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Pero a pesar de todo, Miguel no pierde su humildad. Diez años después, aún se acuerda de la primera entrevista que concedió a un medio de comunicación, cuando con 16 años y recién salido del BM Pío XII confesaba a ‘La Tribuna’ que su jugador de referencia era Alberto Entrerríos. «No he llegado a ser como él, pero bueno...».
Aprovecha los pocos días que tiene de vacaciones para estar con su familia. El martes 22 deberá incorporarse a filas en Pontevedra con la selección española para la primera fase de la preparación de los Juegos Olímpicos, que incluye los partidos contra Croacia y Egipto. Cruza los dedos para que su nombre figure en la lista definitiva para Tokio. Sería el mejor modo posible de quedarse sin su merecido descanso veraniego. Si no es así, el 1 de agosto tendría que presentarse en Kielce para iniciar su no menos ilusionante aventura con el equipo de Talant Dujshebaev. «Todo esto ni me lo planteaba hace 15 años, era como un sueño. Ahora voy a intentar aprovechar la oportunidad».


Cambio de aires

Después de siete temporadas y media jugando en Logroño, Miguel Sánchez-Migallón sentía que necesitaba un cambio de aires, plantearse nuevas metas. Así se lo dijo a su representante, que se puso manos a la obra. Ofertas no le faltaron, sobre todo cuando Jordi Ribera lo puso en el escaparate de la selección. «Sabía que en los últimos dos o tres años estaba jugando a un gran nivel, y que me llamara Jordi para la selección lo cambió un poco todo, supuso un plus. En Logroño estaba asumiendo el liderazgo defensivo en el centro, y él estaba buscando posibles sucesores a jugadores como Viran Morros o Gedeón Guardiola, que ya son veteranos. Él siempre tiene un ojo puesto en el presente y otro en el futuro».
La llamada del seleccionador le sacó brillo internacional a su figura de jugador, y poco después llegaba otro hecho clave, este en forma de desgracia: la grave lesión de su gran amigo Dani Dujshebaev, jugador del Kielce. El club polaco ya quiso ficharle en marzo, pero la reglamentación no permitía utilizar a un jugador que ya hubiera disputado un partido oficial con otro club después del 15 de marzo. Pese a ello, el Kielce insistió y llegó a un acuerdo con él para la nueva temporada. Como le sucediera con 17 años, cuando Talant se lo llevó para jugar con el Atlético de Madrid y con el que debutó en la Liga Asobal, nueve años después se repite la historia, aunque con obvias diferencias. «Esta llamada de Talant me ha hecho más ilusión que aquella, porque entonces sucedió todo muy deprisa y no me dio tiempo a saber lo que estaba pasando. Además, yo lo tomé como una continuación en mi formación como jugador. Sin embargo, esto ha sido mucho más especial, un verdadero salto en mi carrera», reconoce.
No en vano, la próxima temporada militará en uno de los grandes equipos de Europa y con un buen contrato económico, con coche de alta gama y piso incluidos, «y eso que yo no llego con el perfil de jugador ‘estrella’». Lleva ya un tiempo estudiando polaco, un idioma «muy, muy difícil», pero sabe que esto no será un obstáculo para él y sus enormes ganas de empezar esta aventura. «Hasta ahora he estado luchando por ser segundo, y ahora voy a poder pelear por títulos de Liga, de Copa, para poder estar en la Final Four de la ‘Champions’... Voy a estar con los mejores», dice emocionado.

Sánchez-Migallón, en el centro de la pista del Quijote Arena.Sánchez-Migallón, en el centro de la pista del Quijote Arena. - Foto: Rueda Villaverde

Durante estos años  lejos de casa ha seguido con interés la evolución del balonmano en Ciudad Real, y elogia que dos clubes humildes como Alarcos y Caserío sigan trabajando por este deporte «a pesar de no contar con un gran patrocinador».
Aunque todavía es joven, sabe que algún día llegará el momento de la retirada, y también se está preparando para ello. Sus estudios de psicología deportiva y sus primeros pinitos entrenando en Logroño apuntan a un futuro claro. Pero ahora lo que toca es disfrutar de un presente en el que sus sueños se están haciendo realidad. 

 

Talant Dijshebaev: «Va a ser un fijo en la selección española»

Miguel Sánchez-Migallon volverá a estar a las órdenes de Talant Dujshebaev, como ya lo hizo hace una década, cuando lo incorporó a las categorias inferiores del BM Ciudad Real y después se lo llevó al BMAtlético de Madrid. El entrenador del Kielce apuesta por el ciudadrealeño porque «nos va a aportar variedad defensiva, tanTo en el 6-0 como en el 5-1, además de ayudar en ataque. Es un jugador polivalente que nos va apoder ayudar de forma inmediata». Talant recuerda que Miguel «siempre fue un chico muy especial para mí y para Raúl, al que tratamos con mucho cariño». Además, se mostraba convencido de que tras los Juegos Olímpicos «será un jugador fijo para Jordi Ribera en la selección», llamado a recoger el testigo de los veteranos Viran Morros y Gedeón Guardiola en el centro de la defensa de los ‘Hispanos’.