El bar de La Atalaya sigue cerrado cinco años después

Hilario L. Muñoz
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El Ayuntamiento lleva un lustro tratando de que una empresa o un particular se quede con el servicio de restauración. En esta ocasión la oferta mínima eran 2.000 euros al año por un periodo de ocho años, nadie se ha presentado a la licitación

El bar de La Atalaya vuelve a quedar desierto

Parece que nadie quiere hacerse cargo del restaurante ubicado en la zona de entrada del parque forestal de La Atalaya. El Ayuntamiento inició un nuevo proceso, el tercero en cinco años, para su adjudicación y ha vuelto a quedar desierto, así figura en el perfil del contratante. De hecho, en la Junta de Gobierno local de este lunes está previsto que se cierre el expediente sin que nadie haya optado a regentar el local. Se trata de una situación que viene de lejos, ya que este es el tercer procedimiento que se cierra sin que haya empresas o particulares interesados.

Hay que remontarse al año 2016 para encontrar la última vez que había un contrato en vigor para regentar el local. En Junta de Gobierno local, el 13 de junio de ese año, se decidió dar por zanjado el último acuerdo existente con la empresa concesionaria al considerar que hubo incumplimientos del contrato. Después, el bar del parque forestal salió a licitación dos veces. En la primera ocasión fue adjudicado, pero la empresa concesionaria rechazó el contrato. En la segunda, en 2019, quedó desierto. La idea del Ayuntamiento era no volver a sacarlo a licitación, a menos que hubiera alguien interesado en las instalaciones, pero se optó por abrir un nuevo procedimiento con los cambios ocurridos en La Atalaya, su ampliación y nuevos caminos, tratando de dar un impulso a la zona.

La adjudicación lanzada este año era la más barata, un canon mínimo de 2.000 euros al año, mil menos que la última licitación, y por mayor duración hasta la fecha, ocho años, cuando fueron cuatro la anterior. Entre los condicionantes planteados se señalaban el acondicionamiento de las instalaciones para el desarrollo de una actividad de hostelería conforme a la normativa en vigor y previa obtención de los permisos o licencias que fueran oportunos, el mantenimiento integral de las instalaciones hasta la conclusión de la concesión, a cargo del interesado y la limpieza diaria de los espacios ocupados y su zona de influencia. En este sentido se apunta que el local deberá estar abierto como mínimo los sábados, domingos y festivos de los meses de julio y agosto y durante la actividad del local los aseos permanecerán abiertos al público en general. Además existen otra serie de consideraciones por parte del Gobierno regional, para proteger el parque forestal, en cuanto al uso de equipos sonoros o prevención contra incendios.