La carrera electoral en Ciudad Real, a un año vista

M. Lillo
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Los partidos políticos enfilan sus pasos a los futuros comicios con la intención de dar fuerza a la maquinaria electoral tras el verano

Urnas instaladas en las pasadas elecciones municipales de mayo de 2019. - Foto: Tomás Fernández de Moya

La carrera por hacerse con la Alcaldía de Ciudad Real comenzará, oficialmente, dentro de un año. Será entonces cuando se dé el pistoletazo de salida para el arranque de la campaña electoral, una cuenta atrás que en algunos casos parece que lleva tiempo activa, pero que irá tomando cuerpo, definitivamente, tras el verano, cuando también se contará con un escenario político más claro tras las elecciones andaluzas del próximo 19 de junio.

De momento, los partidos van tomando posiciones en el tablero político. En unos casos, con los cabeza de lista ya definidos o claramente postulados y en otros con la intención de mantener el misterio hasta prácticamente el final. Cada uno mide sus tiempos. De la confección de las listas electorales, nada de nada. «Es muy pronto», dicen. Y aunque todos repiten el mantra de que saldrán a ganar, saben que el tiempo de las mayorías absolutas será ya difícil de recuperar.

En el Grupo Municipal Socialista, el vencedor de los anteriores comicios con 10 ediles, tienen claro que la línea de trabajo en este último año va a continuar siendo la de «seguir gobernando» en la ciudad, de acuerdo a la hoja de ruta que trazaron con Cs y mientras la nueva ejecutiva del PSOE trabaja en todo lo relativo a la cita electoral. Pilar Zamora se posicionó como cabeza de lista y pone sus ganas y su ilusión en ello, aunque recuerda que respetará los mecanismos que tiene su partido en el caso de que hubiera otros aspirantes y hubiera primarias. De momento esta opción es poco probable y Zamora reúne los apoyos y aspira a que las «buenas vibraciones» que siente en la calle, se materialicen en las urnas. Su principal reto será distanciarse de su socio naranja para ofrecer un proyecto con sello socialista al tiempo que podría intentar mantener vivo a Cs para posibles alianzas futuras.

En Ciudadanos, por su parte, aseguran que trabajan «por el futuro de la ciudad y no por las futuras elecciones». Lo repite en varias ocasiones su portavoz, Mariana Boadella, que confía en que en los futuros comicios se les valore «por lo bien o lo mal que lo hayamos hecho» y no -dijo- por la dinámica que lleva el partido, reducido a la mínima expresión tras el paso por las urnas y que tiene en Andalucía una cita clave en uno de sus últimos bastiones. En cuanto a la confección de la candidatura, se apela a aquello de que «no es el momento», aunque los tres ediles que conforman el actual equipo de Gobierno, alcaldesa, Eva María Masías, incluida, parece que están «abiertos a seguir».

En el PP confían en que el 'efecto Feijóo' sirva de estímulo para recuperar una Alcaldía que fue suya durante dos décadas y que consideran que está bajo el 'paréntesis' del dominio socialista y de Cs. El principal partido de la oposición se postulará como alternativa frente a un gobierno «huérfano de proyectos destacados, con más fracasos que éxitos», según Francisco Cañizares, quien, si nada cambia, volverá a ser candidato y quien asegura que en Vox, que sube como la espuma, no tiene «ni adversarios ni enemigos», aunque sí «ideas distintas» que diferencian a ambos partidos.

De hecho, en Vox no ven el 'efecto Feijóo' por ningún sitio, pero sí afirman que sigue el trasvase de populares a la formación de Abascal incluso tras el fin de la 'era Casado'. Así lo afirma el presidente provincial y único edil en Ciudad Real, Luis Blázquez. Afirma que tienen «buenas previsiones» y que apurarán los plazos para anunciar la persona que liderará su lista.

Donde habrá cambio será en la candidatura de Unidos Podemos. Ni Nieves Peinado ni Prado Galán continuarán de acuerdo a la limitación de mandatos que firmaron en el código ético de la coalición. A pesar de las encuestas a la baja de la izquierda, confían en que el proceso de 'escucha' que iniciará Yolanda Díaz dé sus frutos y sirva para dar la vuelta a las cifras. «Los números están para cambiarlos», concluyó Peinado.