El secretario provincial de UGT señala la importancia de lo público en el futuro económico después de la crisis del coronavirus. Jiménez apunta, además, a una salida temprana de la crisis, seguramente en el primer trimestre de 2021.

¿Qué diferencias tiene la crisis actual con la de 2008?

Hay dos cosas fundamentales: un Gobierno de signo distinto y que en aquel momento Europa dijo que la vía era recortar y ahora se ha dado cuenta de que la vía es invertir. Si se inyecta dinero a empresas, a la sociedad y a los servicios sociales se puede y se debe salir de mejor forma que salimos de la crisis de 2008.

¿Un aspecto similar son los despidos que ha habido?

Ha habido menos porque se han aprobado los ERTE, una herramienta útil siempre que se utilice bien, porque salvaguarda los intereses de los trabajadores y la viabilidad de la empresa. Lo que ya no está bien es que se entre en la picaresca de los ERTE, que está empezando a ocurrir en algunas empresas porque están utilizándolos de forma no necesaria, aprovechándose de la coyuntura, y, en algunos casos, incluso se les está diciendo a los trabajadores que tienen que colaborar con la empresa y que vayan a trabajar.

¿Se ha denunciado esta situación ante los juzgados?

Hemos dado dos o tres toques a algunas empresas que estaban incumpliendo y entendemos que han dado marcha atrás y los están haciendo bien.

¿Qué va a ocurrir en septiembre, cuando se acaben los ERTE?

Se tiene que ir reactivando y abriendo la economía y, si es necesario, se debería volver a negociar, en aquellos sectores más debilitados, para que los ERTE se alarguen hasta el 31 de diciembre. Hay sectores como la hostelería o el servicio que van a sufrir mucho durante esta crisis.

Esta semana, la reforma laboral ha vuelto a estar en el Congreso con una votación. ¿De qué modo cree que puede influir un cambio en la legislación?

La reforma laboral es la mejor herramienta que se ha inventado para los malos empresarios y lo único que ha hecho es crear más precariedad, desigualdad y abaratar la mano de obra. Ha habido una transferencia de capital de los trabajadores a la empresa. Desde UGT creemos que es urgente hacer una ley nueva, derogar la reforma laboral, o, al menos, quitar la parte más lesiva.

¿Este es el momento?

El momento es cualquier momento porque vamos hasta con retraso. Este puede ser idóneo porque lo que genera empleo es la riqueza y la actividad económica, no la legislación laboral que lo único que ha hecho ha sido transferir capital.

¿Cuándo cree que se recuperarán los niveles previos de empleo?

Si la pandemia nos respeta y cumplimos los trabajadores con nuestras obligaciones de prevención y demás, en el primer trimestre de 2021 podemos recuperar mucho empleo.

¿Qué debe ser clave en esa recuperación?

La inyección de capital es fundamental y la inversión pública y, sobre todo, reforzar el sistema sanitario y educativo de este país. Hay otro tema que hay que tocar y que los sindicatos llevamos tiempo denunciándolo como es la situación que tienen las residencias de mayores.

¿Qué ha visto UGT en las residencias?

En las residencias hemos visto en estos tres meses lo que estábamos diciendo años y años: deben ser un servicio público y no puede ser un negocio, por resumirlo. El problema es que la mayoría de residencias en este país están en manos de grandes multinacionales porque hay negocio, si no, no estarían. Nosotros hemos denunciado muchas veces la mala situación de los trabajadores, que faltaban técnicos y auxiliares.

Durante años también han hablado de recortes sanitarios...

Nosotros presumimos mucho del sistema sanitario y se ha demostrado que el sistema no es malo, pero estaba debilitado porque llevamos muchos años debilitándolo. En Castilla-La Mancha los recortes de Cospedal fueron brutales y es verdad que el Gobierno de García-Page ha repuesto algunas cosas, pero no había repuesto lo suficiente. La petición que estamos haciendo es que todos esos contratos que se han hecho durante la pandemia se queden, que son necesarios y que se siga reforzando el sistema sanitario público.

¿La clave es lo público?

Sí, porque son los profesionales públicos los que han dado el do de pecho y han dado la talla. No solo se trata de los sanitarios, ya que en sanidad se habla del que hace la limpieza, del personal de mantenimiento y demás. Ha habido recortes en todo tipo.

Dentro de la crisis surge una nueva medida que busca reducir la exclusión, el ingreso mínimo vital, ¿cuál cree que será su influencia?

Era una necesidad vital, aunque entendemos que al hilo de la crisis ha salido con más mayoría que hubiera tenido en otro momento pero no deja de ser un reparto de riqueza, de quitar miseria de algunos hogares y no deja de ser un incentivo más al consumo. Era una medida necesaria y ahora lo que hay que hacer es hacerlo bien. Era una herramienta muy necesaria que ya estaba puesta en los países más desarrollados de Europa y faltábamos nosotros.

¿Puede tener alguna influencia en una provincia tan agrícola como la nuestra?

Ojalá tenga influencia en que los representantes de los agricultores se den cuenta de que los trabajadores del campo son necesarios y que hay que tener unas condiciones dignas, porque ahora mismo tenemos el convenio del campo denunciado porque no quieren pagar el salario mínimo.

Con la crisis se han paralizado las ofertas de empleo público, ¿que cambios harían en ellas?

Lo que hay que hacer es que en 2021 se cubran todas las plazas e incluso que haya un aumento de plantilla porque, por ejemplo, la educación va a cambiar de forma radical y harán falta más profesores y serán necesarias otras infraestructuras. La oferta de empleo público debe aumentar en sectores básicos, al igual que ocurre en muchos ayuntamientos que ahora suplen trabajos habituales con personas contratadas en planes de empleo y en las residencias de mayores, que deben estar mejores dotadas.