No logra el PSOE dar con la fórmula para hacerse con Madrid. Ni en el Ayuntamiento ni en la Comunidad. Hay que remontarse a los tiempos de Leguina y Tierno para situar a un socialista en el Gobierno de la Comunidad o del Ayuntamiento. Los madrileños no simpatizan con esas fuerzas de la izquierda aunque un juego de sumandos a Manuela Carmena en el principal sillón del Palacio de Cibeles.
Estos días se está produciendo un auténtico sainete para designar al cabeza de lista para las municipales de mayo. Dado que en la izquierda no son demasiado partidarios de las primarias que tanto pregonan, está todo el partido a la espera de que finalmente el dedazo de Pedro Sánchez señale al elegido. Hay apuestas, cábalas, quinielas y todo tipo de juegos que entretienen tertulias y ocupan espacio en los medios. Un auténtico disparate. Han salido nombres de todo los colores. Incluso el de Jorge Javier Vázquez, el popular presentador de Tele5 a quien en una broma radiofónica le endosaron tal posibilidad y parece que se lo creyó.
Sánchez está obsesionado con reconquistar Madrid. En la Comunidad lo tiene muy difícil por eso ha remitido a un candidato poco conocido y de muy breve experiencia, como es Lobato, que tendrá que pugnar con Isabel Díaz Ayuso en un combate que se adivina desigual. Ni siquiera el menguante respaldo de Podemos podría dar un vuelco en el color del Ejecutivo regional.
En el Consistorio se admiten apuestas. Martínez Almeida sufrió un severo desgaste en las fricciones de la última etapa de Pablo Casado. Parece que se ha recompuesto, que los sondeos le favorecen y, especialmente, que tiene a mano el triunfo aunque no necesariamente el poder. Más Madrid, que se impuso en la última cita con las urnas, es un rival poderoso, aunque no parece que supere la segunda plaza en la contienda. El PSOE parece condenado al tercer puesto, dado que Ciudadanos difícilmente repetirá su excelente resultado. La formación naranja también atraviesa momentos de dudas a la espera de la decisión de Begoña Villacís sobre su futuro, posiblemente más cerca del PP que de sus actuales siglas.
No hay esperanza alguna para el PSOE en Madrid pese al empeño de Sánchez en darle la vuelta a la tortilla. Recurrió durante la pandemia a todo tipo de jugarretas, zancadillas y maniobras contra el Gobierno de la Comunidad. La respuesta de los madrileños fue otorgarle una victoria muy clara a la lideresa del PP, que ahora intentará alcanzar la mayoría absoluta, igual que su homólogo Juanma Moreno hizo en Andalucía. Pintan bastos en la cancha madrileña para el partido del progreso. Salvo sorpresa inesperada, Sánchez parece condenado a abandonar La Moncloa sin ver cómo se concreta su sueño más querido.