Una de las grandes notas al pie de los Presupuestos Generales del Estado, todavía un proyecto que deberá recibir el refrendo parlamentario para convertirse en realidad, ha sido de nuevo la A-43, la continuación de la conexión por autovía hasta Mérida, y la N-430. Las cuentas no sirven para avanzar apenas en el debate entre el trazado norte y el sur, que parece que seguirá enquistado un año más, y además comprende una inversión exigua para el arreglo de la carretera nacional, cuyos trabajos urgentes empezaron a finales del año pasado y deberían tener continuidad este año con otros tramos y con avances en proyectos como la variante de Piedrabuena, para la que sólo se presupuestan 100.000 euros.

La Plataforma de la N-430 mantiene abiertos ambos frentes. Su portavoz, el alcalde de Puebla de Don Rodrigo, Venancio Rincón, apuntaba a este periódico, a la hora de abordar las perspectivas para este año, que no esperaba grandes avances en el debate de la autovía, y sus predicciones se han cumplido. Eso sí, la lucha de la Plataforma no ha concluido, y Rincón asegura que «quien quiera defender el trazado sur o cualquier otro alternativo a lo natural, que es el desdoblamiento de la N-430, nos tendrá enfrente».

Sobre las cuantías presupuestadas para la N-430 (316.740 euros para la rehabilitación del firme entre el límite provincial con Badajoz y Puebla de Don Rodrigo y 420.890 para el tramo entre Puente de Retama y Luciana), Rincón reconoce que «esperábamos que las cuantías fueran más altas para que los arreglos que se iniciaron tuvieran continuidad», porque no sabe si las partidas «serán suficientes». Aun así, «agradecemos cualquier inversión en la carretera porque, aunque nuestra petición sigue siendo la autovía, hay que hacer primero lo urgente y luego lo importante, y lo urgente en este caso es acometer arreglos en la carretera».