Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


Hierve la Sanidad, aunque sólo se habla de Madrid

17/11/2022

Dice el refrán que en todas partes cuecen  habas y, más a más, que dicen los socios de Pedro Sánchez, en la mía a calderadas. (Sancho Panza en la IIª parte de la novela sobre el Caballero de la triste figura). Y así es porque, verán ustedes, ayer me cuentan, dada la efervescencia del tema sanitario, que una señora de Ciudad Real, cuyo nombre obviamente queda silenciado, lleva desde agosto esperando para que la vean, y lo que pudiese venir después, un posible recrudecimiento de una intervención de un tumor mamario y posterior implantación de una prótesis. Artilugio este que podría haberse ido al carajo, como tantas otras en España, y que le está produciendo fuertes dolores. Nadie la llama, nadie la cita a revisión y nadie responde a sus reclamaciones. Y esto, como es fácil de colegir, es un solo ejemplo de un complicado y sensible asunto patrio como es la Sanidad. Pero ya la gustaría a todos nuestros vecinos, y no digamos a los menos vecinos, tener, en general, una Sanidad como la nuestra -ojo, que la Sanidad española de hoy viene de lejos; vaya alguien a pensar, o creer, que es cosa de Zapatero o Pedro Sánchez y, casi con seguridad que ambos vieron la primera luz de sus vidas en instalaciones nacidas, o gestadas, durante el franquismo… como los pantanos, o así. O sea, que es verdad, según me cuentan, que la cosa sanitaria de Madrid no es que sea mejorable, es que se le podría dar una vuelta de 400 o 500 grados, pero para eso habría que rehacer la Constitución y descabalgar del poder a tanto presidente,  tanto consejero y tanto delegado. Un viejo país como España, pleno de pillos, o ladrones, a lo Lázaro, o Dioni, como Chávez o Griñán, símil Bárcenas y/o Correa; por no cansar más me planto. Insisto, la Sanidad patria es más que aceptable, aunque lo de Madrid, por culpa de los políticos de turno, es una pena con llanto y crujir de dientes, y ello para desgracia de los madrileños.Y mientras Sánchez, el descarao, haciendo campaña personal, para cuando sea botado por los que no le habrán votado, que Dios quiera llegue pronto ese día, para buscar un acomodo bien pagado a lo Christine Lagarde, pero con la diferencia de que esta señora sabe de los temas en los que se mete y nuestro Pedro sólo sabe hablar de transversalidad y poco más, aunque como labia le sobra al andova, nos hacer creer que es enciclopédico y así nos va en todo.
No crean que dejo fuera del grupo de los delincuentes a los independentistas catalanes y vascos. Hecho el ovillo Moncloa, Ferraz, PNV, Junqueras, Puigdemont y demás colegas de traición, hay que dejar claro que de sedición nada; lo de esta tropa multicolor  es alta traición; digan los Sánchez y los Patxi López lo que gusten y les permitan decir. ¡ah!; a Irene Montero se la han clavado entre los omóplatos, por soberbia.