El PSOE busca frenar al PP y recuperar a los indecisos

Agencias
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La sangría de votos progresistas en favor de los populares que registran los sondeos obliga a Sánchez a reactivar a los suyos con su golpe de timón enfocado a las citas electorales de 2023

El PSOE busca frenar al PP y recuperar a los indecisos - Foto: Mariscal

El PSOE vive horas de cambio y de remodelación tras los nuevos ajustes en la Ejecutiva decretados por Pedro Sánchez. Los malos resultados en las últimas citas electorales le han obligado a dar un golpe de timón para intentar revertir una situación en la que coinciden todas las encuestas: los socialistas se desangran por la fuga de apoyos hacia el PP, la abstención de sus votantes y los indecisos.

La pasada semana política arrancó tormentosa el lunes con la renuncia de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra; continuó el martes con un barómetro del CIS que por primera vez daba la victoria al PP; y terminó el sábado con un Comité Federal que ratificó oficialmente la remodelación del partido decidida por Sánchez para cambiar el rumbo.

Las tripas del último barómetro del CIS dan algunas pistas de la dolencia que afecta a las expectativas de voto del PSOE, a punto de emprender un calendario electoral frenético con nuevos comicios municipales, autonómicos y generales en apenas año y medio.

El síntoma principal de ese declive demoscópico de los socialistas es la caída sostenida de la fidelidad en las urnas. Solo un 63 por ciento de los ciudadanos que votaron por el PSOE en las elecciones de 2019 confiesan ahora que repetirán la papeleta progresista.

En marzo, ese porcentaje era del 73 por ciento. En solo cuatro meses, ha descendido 10 puntos.

¿Y adónde van los simpatizantes del PSOE? En un porcentaje nada desdeñable del 8,3 por ciento se pasan al PP, y un 3,8 por ciento a Podemos, según los sondeos. Sin embargo, la mayor fuga de votantes socialistas va a la abstención (4,2) y al voto en blanco (4,3), mientras un 9,2 por ciento confiesa que no sabe todavía a quién dará su confianza.

Entre indecisos, abstencionistas y papeletas en blanco, los socialistas pierden casi un 20 por ciento de su fuerza electoral. Justo lo contrario de lo que le pasa al PP que es, de largo, el partido de ámbito nacional con el voto más fiel y con el votante tradicional más movilizado. Y es que el 86,9 por ciento de los que respaldaron a los populares en las pasadas generales asegura ya que volverá a optar por ellos.

En paralelo, hay un importante trasvase de apoyos hacia la zona popular desde otras formaciones, sobre todo desde Vox y Ciudadanos, pero también desde el PSOE.

Más allá de la intención de voto a año y medio de las elecciones, la valoración ciudadana también arroja síntomas de desgaste para el jefe del Gobierno.

El líder socialista obtiene una nota media de 4,33 sobre 10, por debajo del 4,89 del popular Alberto Núñez Feijóo, que ya es el líder político mejor valorado, por delante incluso de Yolanda Díaz, que ha ostentado ese puesto durante meses.

Sánchez incluso obtiene una nota discreta entre sus propios votantes, de 6,30 sobre 10, casi un punto menos de lo que le dan a Feijóo los seguidores del PP, que lo puntúan con un 7,23.

Su nota media se explica por el fuerte rechazo que genera entre los votantes de los partidos a la derecha. Hasta un 2,35 para los afines al PP, y un 1,64 entre los que se decantan por la formación que dirige Santiago Abascal.

Lo contrario de lo que le ocurre al líder de la oposición, que se acerca al aprobado con un 4,50, incluso entre quienes votaron a los socialistas y lo supera con holgura para los de Vox, con un 5,85 sobre 10.

Patxi lópez ya ejerce

El exlendakari y diputado socialista, Patxi López, aseguró ayer tras su recobrado protagonismo que «el PP, instalado en el no, es en este momento la antipolítica», mientras que el Gobierno intenta sacar adelante medidas, sentándose a negociar y buscando acuerdos.

En una entrevista en un medio nacional, reconoció que es «un orgullo personal» haber sido nombrado nuevo portavoz del grupo socialista en el Congreso, ante una situación que calificó de difícil y compleja.

Sobre la participación del PP en el Debate sobre el Estado de la Nación, apuntó que lo vio como un partido «absolutamente descolocado, estaba en ese debate pero ni se enteró», volviendo a hablar de ETA, algo que le produjo mucha tristeza. «¿Qué hacía el PP? ¿Revivir a ETA? ¿Negar la victoria de los demócratas frente a los terroristas? Hay cosas que en política no debieran de valer», defendió.

También se mostró a favor de gravar los beneficios de la banca y las eléctricas, porque «no es soportable que los sacrificios siempre los hagan los mismos», recalcó.

Montero niega problemas con sus socios de coalición

La ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, negó ayer que haya problemas entre los socios del Gobierno y recalcó que «en el 99 por ciento de los casos desarrollan una agenda que no tiene discusión ni para uno ni para otro».

En una entrevista en un medio nacional, la nueva número dos del Ejecutivo socialista incidió en que lo que pretende el Gobierno es mantener la coalición hasta el final de la legislatura, al tiempo que reconoció que se lleva mejor con la actual vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que con Pablo Iglesias.

Montero aseguró estar «absolutamente convencida» de que el PSOE ganará las elecciones municipales, las autonómicas y las generales del próximo año, pese a los malos resultados del partido en las últimas encuestas.

Sobre su nombramiento como vicesecretaria general del partido, comentó que ella «estará donde le diga» el máximo responsable del mismo, Pedro Sánchez, y recalcó que no se plantea ocupar el cargo de secretaria general en el futuro.

«Yo nunca pienso en mi futuro, probablemente por ello llevo tantos años en política», advirtió.