«El campo es insostenible» y los agricultores y ganaderos ya «no aguantan más». Ante esta situación unos mil profesionales del campo y cerca de 200 tractores cortarán este lunes, 24 de febrero, la N-430 durante tres horas para pedir «unos precios justos». Lo harán a las diez de la mañana desde Puebla de Don Rodrigo para dirigirse hacia Puente de Retama y regresar de nuevo a Puebla para gritar alto y claro que «el campo está vivo y unido y no hay que dejarlo morir». Una protesta que surge «del sentir popular» y a la que «no acudirán ni partidos políticos ni organizaciones agrarias». Son las palabras de algunos de los agricultores y ganaderos que asistirán este lunes a la manifestación para denunciar que el sector «está al borde del precipicio». Acudirán agricultores y ganaderos procedentes de distintas localidades de la comarca, ya que se espera la asistencia de vecinos de Puebla de Don Rodrigo, Agudo, Saceruela, Fontanarejo, Luciana y Arroba, entre otros muchos.
Carmelo Pizarro tiene 40 años y lleva «toda la vida» dedicándose a la agricultura y la ganadería, sectores que en los últimos años «ha mantenido como ha podido» pero donde «los bajos precios y los altos costes de producción han llevado a muchos profesionales a plantearse cerrar sus explotaciones y abandonar el campo». Y eso es lo que no quieren y por lo que lucharán hasta que las fuerzas les acompañe.
La provincia se suma así a las movilizaciones que se están desarrollando estos días en diferentes lugares de España para demandar precios y rentas dignas. Una protesta que no ha sido convocada por ningún sindicato ni organización agraria y que se convierte en la primera que se celebra en Ciudad Real a favor del campo por unos precios justos. «No hemos hablado con nadie. Esto no tiene nada que ver con la política ni con los sindicatos, la protesta surgió entre los propios agricultores hartos de la situación por la que atravesamos», argumenta José Manuel Gutiérrez, agricultor y ganadero de Puebla de Don Rodrigo, quien asegura que la manifestación se llevará a cabo bajo la legalidad y los permisos necesarios.
«Estamos trabajando con unos costes que se han multiplicado por cinco y el producto vale lo mismo que hace 20 años», y eso, junto con los posibles recortes que plantea la Unión Europea en la Política Agraria Comunitaria (PAC) y que la campaña de la aceituna no ha sido buena «nos vamos a tener que ir todos a la ciudad», lamenta. «Se piensan que con cuatro euros que nos dan de subvención podemos sobrevivir pero lo que queremos realmente son precios justos para nuestros productos», argumenta en declaraciones a La Tribuna. Palabras que comparte también su compañero de profesión José Javier Blasco, quien lamenta que a día de hoy «cuesta más mantener el olivo que lo que nos están pagando por ello». Fiel reflejo de ello, subraya, es que «por un kilo de aceituna nos pagan entre 30 y 35 céntimos, y las terneras están a un precio ruinoso. Son pérdidas por todos los lados y queremos que nos den una solución» y que pasa por la equiparación de esos precios. «El producto español es el que tiene que valer porque el campo está en una fase terminal», añade.
Confían en que el panorama del sector agrario y ganadero cambie en un futuro próximo porque la situación es «crítica y penosa y no vamos a poder aguantar mucho más. No podemos perder más dinero». Por todo ello, este lunes estarán en la calle para dejarse oír y mostrar su apoyo al campo, uno los principales motores económicos de la provincia y también de la comarca de los Montes. Y es que, «esto se viene arrastrando tiempo atrás y el campo se ha mantenido como ha podido, pero ya no vale nada», insisten.