«En Manzanares me siento muy querido»

Eduardo Gómez
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Leo Herrera volverá este sábado con el Inter al pabellón Antonio Caba, donde se medirá al que fue su último club como jugador y el primero como técnico

Leo Herrera (izquierda), junto a Pato, antes de un entrenamiento del equipo madrileño. - Foto: Movistar Inter Fútbol Sala

El Inter visita este sábado (17.30 horas) al Manzanares Quesos El Hidalgo y lo hará con un viejo conocido en sus filas, Leo Herrera. El pozueleño es ahora el técnico ayudante de Pato en el conjunto de Torrejón, pero tiene un pasado vinculado al cuadro manzanareño, pues fue portero de la plantilla que en la campaña 2007-08 lograba el ascenso a Primera Nacional A, técnico del juvenil y segundo entrenador en la campaña 2011-12, la primera de los franjiblancos en Segunda División. En definitiva, fue su último conjunto como jugador y el primero como entrenador.

Esta campaña recaló en el Movistar Inter y ahora vuelve a un pabellón Antonio Caba que conoce bien. «Allí siempre me han tratado genial, tanto cuando he pertenecido a la casa como cuando he ido como rival. Es un pabellón donde me siento muy querido», resume.

El pozueleño tiene palabras de elogio para la afición manzanareña, «ojalá hubiera más así por el bien del fútbol sala», y conoce bien que ese empuje del público da alas al equipo local.

Del Manzanares Quesos El Hidalgo destaca que es un conjunto «completo y compacto, con muy buenas individualidades y dirigido con maestría por Juanlu Alonso.  Es un conjunto que está mucho más cerca del de la segunda vuelta de la pasada campaña que del de la primera. Ya se ha ganado el respeto de todos los equipos de Primera y lo ha logrado por méritos propios, a base de trabajo».

Manzanares e Inter afrontan este choque empatados a puntos, si bien, en momentos distintos. Los madrileños sumaron un triunfo crucial ante el Cartagena que «refrenda nuestro trabajo, en un modelo complejo que lleva tiempo», mientras que los manchegos cayeron en Antequera en un choque donde no estuvieron a su nivel.

En cuanto al encuentro, avisa de que «tenemos que estar concentrados y competir los 40 minutos, porque si no nos van a castigar. A partir de ahí, debemos imponer nuestro ritmo y nuestro modelo de juego y evitar imprecisiones en la elaboración».