El Formac Villarrubia tiene este sábado la posibilidad de dar un golpe encima de la mesa y encarrilar un poco más su primordial objetivo de la permanencia. El equipo blanquiazul recibe el Mérida, un equipo que se juega la 'vida' y al que de poco le empiezan a valer los empates.

Y es que con 23 puntos en su casillero y en puestos de descenso, el equipo de Diego Merino es un rival peligroso por su situación y por sus resultados. Para empezar, es el rey del empate con catorce, pero por el contrario, solo ha conocido la victoria tres veces en este curso. Esto indica que es un rival incómodo, que acusa la pegada y que propone partidos muy competitivos. Para colmo, viene de cinco empates consecutivos y solo ha perdido un encuentro en los últimos trece disputados.

Ante esta situación, y por el mero hecho de jugar en el Nuevo Campo, el Villarrubia tiene una oportunidad de oro para volver a la senda del triunfo y volver a sumar de tres en tres. Además, el equipo de Javi Sánchez quiere seguir imbatido en este 2020 y quiere alargar la racha de buenos resultados ya que los blanquiazules acumulan ocho partidos sin perder y vienen de tres empates consecutivos.

Para la cita, el técnico toledano no podrá contar ni con Nando Copete ni con Álex Jiménez, ambos por sanción. El resto estará totalmente disponible para intentar lograr una nueva victoria, colocarse con 32 puntos en la tabla y ver más cerca la luz de la salvación. En lo anímico, el Villarrubia llega en un buen momento por la buena racha que atraviesa y por volver a competir como lo hizo en La Condomina para sumar un nuevo punto ante el UCAM de Murcia.