Parece que «incertidumbre» es una de las palabras más pronunciadas últimamente, sobre todo si es en entornos económicos, como en el IX Foro de Economía de Castilla-La Mancha que se ha celebrado este jueves en Toledo.
Para ayudar a mitigar esa incertidumbre, iba el anuncio de la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco que adelantó que el Gobierno de Castilla-La Mancha está ya ultimando la segunda convocatoria del programa Línea Sectorial, en el marco de los programas duales de Formación Profesional. Para ello, antes de que finalice el año se van a destinar 7,6 millones de euros para ayudar a las empresas a incorporar personas cualificadas y que ahora mismo está demandando el tejido empresarial.
«Algo tendremos que hacer para casa oferta y demanda», explicó la consejera, que además advirtió que «hay mucha gente que queremos seguir reteniendo en la región». «Somos un gobierno que vamos a estar siempre cercano a vuestras necesidades», confió a los asistentes Franco, durante la clausura del foro. Puso en valor que la región y el país en general cuenta con «una importante ventaja en la profesionalización de la empresa familiar, 12 puntos por encima del conjunto de Europa» ya que aseguró que el 67% tiene consejo de administración, así como el 61% cuentan con un nivel innovador alto.
La empresa familiar sigue siendo generador de beneficios para la economía regional, con un gran arraigo, como destacaba la consejera, generando «más del 85% de todo el empleo que genera la actividad empresarial de la región», por lo que insiste: «tiene su importancia».
Una importancia que remarcaba el presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Castilla-La Mancha. «Estamos en mejores condiciones, somos mejores, y somos más» ha transmitido Juan Ignacio de Mesa, en una intervención en la que animaba a seguir trabajando para «dejar en manos de la siguiente generación una empresa mejor de la que nos dejaron nuestros padres».
Comparaba la situación «cambiante» actual, con crisis anteriores y se mostraba esperanzado en lo que va a venir. Advertía de la necesidad de «ser muy sensatos, muy realistas y tener los pies en el suelo», y siempre tratar de «buscar soluciones entre todos», para lo que será necesario comparar las situaciones.
Se ha referido a las dificultades diarias a las que hacen frente las empresas, como los costes de energía o subidas de precio general, generando un contexto de «inseguridad» a medio y largo plazo, aunque ha remarcado que la empresa familiar «antepone que hay que dar continuidad a la empresa y hay que ser resistente».
«Programamos a largo plazo y esa es la gran ventaja de las empresas familiares» ha dicho de Mesa consciente de que ahora mismo no se sabe «lo que puede pasar mañana».