Cabañeros celebra 25 años como parque nacional. Todo un orgullo, ¿no?

Así es. 25 años es mucho tiempo para una institución y para ver que las cosas están cimentadas, pero por desgracia nos ha pillado el momento del coronavirus y nos ha echado al traste todo lo que teníamos previsto para conmemorar esta efeméride. Llevábamos un año organizando actos sencillos en todos los pueblos y todo se ha ido al traste. Es una pena. 

Entonces, ¿no se celebrará ningún acto conmemorativo?

Se han reducido al más mínimo. Habíamos pensado hacer una amplia programación con conciertos, concursos literarios y gastronómicos en todos los pueblos. No eran muy grandilocuentes, pero sí muy participativos, y todo eso se ha quedado en muy poco. Aprovechando las redes sociales se hará alguna actividad que estamos culminando y que no puedo avanzar mucho más, porque queremos que sea una sorpresa. 

¿Ha cambiado mucho el parque en todo estos años?

Yo llevo solo, entre comillas, 17 años en el parque, por lo que no tengo la visión completa de todo este periodo, pero por lo que he ido viendo y recopilando, el parque ha cambiado mucho. Es el caso, por ejemplo, de los pueblos, donde antes existía bastante desconocimiento sobre la implantación de un parque nacional. Por aquel entonces era una novedad y nadie sabía lo que suponía su implantación. Ahora, la gente lo tiene asumido y es consciente de lo mucho que han ganado los pueblos que componen el área socioeconómica y las inversiones que lleva aparejado el parque, y que también son importantes. Su declaración puso en el mapa la zona de los Montes de Toledo, antes totalmente olvidada y que nadie sabía ubicar, por lo que creo que ha habido un avance grande entre 1995 y 2020. 

Habla de inversiones. ¿Cuánto se ha invertido en el Parque Nacional de Cabañeros en estos 25 años? 

Solo en subvenciones, para el área socioeconómica, que se dan todos los años a excepción de 2005 por cuestiones burocráticas, la partida asciende a más de 14 millones de euros desde 1999. Todo ello sin olvidar otras muchas ayudas que consigue el parque para mejorar el entorno y los servicios que generan beneficios en las arcas públicas como, por ejemplo, el aprovechamiento del corcho y de la carne de ciervo, y que no está computado. Sin duda, mucho dinero, pues también hay que tener en cuenta que los pueblos que componen este área, cuatro de Ciudad Real y dos de Toledo, no suman más de 6.000 habitantes. Todo eso ha repercutido de alguna forma en el área, ya que el Parque Nacional de Cabañeros es la primera empresa de la comarca. El parque cuenta con unos 100 empleados y casi todo el mundo vive en la zona. Garantizar estos puestos de trabajo es muy importante para la comarca.

De no lograrse esta declaración, ¿cree que su destino hubiera sido finalmente un campo de tiro como así se preveía?

Seguro. La intención era hacer un campo de tiro para la OTAN, e incluso por aquellos años el proyecto ocasionó tiranteces dentro del mismo Gobierno socialista de entonces. De lo que iba a ser a lo que es hay una diferencia abismal. Mi despacho está en Pueblonuevo, a la entrada del parque, y no me imagino pasar helicópteros y aviones de combate realizando las maniobras y los entrenamientos para sus misiones. No me cabe en la cabeza que pudiesen decir que los aviones podían convivir con una población de buitres negros, que tienen casi tres metros de punta a punta del ala. Más de un accidente se hubiese producido. E incluso, aunque se hubieran empleado bombas de arena como se preveía, los ciervos no estarían tranquilos por la raña. De convertirse en un campo de tiro, la zona sería muy distinta a la de ahora. 

¿Por qué este espacio natural, situado en las provincias de Ciudad Real y Toledo, merecía estar en la lista de parques nacionales?

Porque representa lo más típico del bosque mediterráneo de la Península Ibérica como son alcornoques, jaras, brezos... Hasta el año 1995 no había ningún parque nacional que recogiese el ecosistema típico mayoritario de la Península Ibérica, por lo que era un gran déficit el que tenía el sistema de parques nacionales y con Cabañeros se cubrió de sobra. La zona es excepcional y su historia avala la conservación de este territorio: en 1346, Fernando I lo vende a la ciudad de Toledo, que tenía esta finca para que los vecinos viniesen a aprovecharla. Después lo compraron varios terratenientes de Madrid hasta que al Ministerio de Defensa se interesa para hacer el campo de tiro. En casi unos 600 años solo ha tenido cuatro propietarios, por lo que está muy bien conservado. 

¿Qué va a pasar el 5 de diciembre? ¿La caza se va a dejar de practicar dentro del parque nacional? 

Como funcionarios públicos cumpliremos y haremos cumplir la ley estrictamente y supongo que también los propietarios privados, quienes me imagino que pedirán después que se les indemnice por los daños que les ha ocasionado esta prohibición. De momento, lo que está claro es que el día 5 se termina la caza en el Parque Nacional de Cabañeros, y luego ya veremos qué ocurre. 

¿Se ha pensado ya en algún tipo de compensación? 

Pensado no, pero sí está recogido en la ley. Hace poco se mandó una carta a todos los propietarios privados para tener preparada una documentación en base a la cual hacer los cálculos de lo que han dejado de percibir con la aprobación de esta nueva normativa. 

¿Y para aquellos a los que corra peligro su puesto de trabajo? 

No, ahora solo se ha pensado en la parte de los propietarios que tienen una actividad que no pueden ejecutar. Aunque tampoco creo que suponga un grave bajón en su economía por el hecho de que en menos de 20.000 hectáreas no se pueda cazar. Somos una parte mínima de lo que son las fincas cinegéticas de la comarca, o de Ciudad Real y Toledo. No creo que haya muchas familias que dependan única y exclusivamente de la caza en algunas de las 15 fincas que componen la parte privada de Cabañeros, pero bueno, habrá de todo.

Una vez que se termine la caza, ¿cómo se va a controlar la población cinegética en el parque? 

Hace poco se ha mandado un documento extenso, más de 200 páginas, con un estudio pormenorizado de lo que es la población de ungulados de Cabañeros, y en él se dice, como también se refleja en el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), hacia dónde debemos ir, es decir, a una densidad determinada de animales por cada 100 hectáreas. Y eso habrá que hacerlo de una forma u otra, pero ahora mismo el cómo se va a hacer no está contemplado en ningún documento. 

El Patronato aprobó el PRUG hace ya unos meses, ¿cuándo cree que entrará en vigor?

Aún tiene que pasar un par de trámites, y el Consejo de Parques Nacionales, que será antes de fin de año, tiene que informar del documento. Después vendrá ya la publicación por parte de la comunidad autónoma en el Diario Oficial. Creo que ya le queda muy poco recorrido, por lo que confío en que entre en vigor en 2021, pero las cosas de palacio van despacio. 

¿Qué beneficios traerá este documento?

La idea vertebral que lleva el PRUG es qué se puede hacer y qué no, y en el parque lo llevamos aplicando desde hace muchos años. No hay nada en el PRUG que sea novedoso de golpe y porrazo. Y en cuanto a los propietarios, no van a tener un documento que les cambie de la noche a la mañana el día a día de la finca. Lo único que todo está recogido ahora en un documento, y de esta forma será más fácil para todos gestionar las propiedades que cada uno tenemos. En los últimos cinco o siete años nos hemos regido por las mismas normas que van a venir ahora publicadas en el Boletín Oficial del Estado. No va a haber cambios significativos. 

 ¿Qué proyectos de futuro hay encima de la mesa para el parque? 

Pues principalmente uno, y que me ha hecho gran ilusión porque ha venido a premiar unas actuaciones que llevábamos tiempo realizando. La Secretaría de Turismo y la comunidad autónoma, junto con la Diputación de Ciudad Real, han aportado una cantidad económica importante para potenciar los destinos turísticos de toda España a través de varios proyectos. Se han presentado 154 iniciativas, de los que han sido seleccionados tres de Castilla-La Mancha y uno es Cabañeros. Está dotado con 1.800.000 euros, y está basado en nuestro plan de acción para la Carta Europea de Turismo Sostenible con el fin de potenciar este tipo de turismo. Esto nos ha servido de base para preparar un documento que ha sido bien visto por las autoridades turísticas españolas para concedernos esta importante cuantía, y que supondrá un espaldarazo a las iniciativas turísticas y a homogeneizar la imagen de Cabañeros.