El Villarrubia, con la ilusión intacta

La Tribuna
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El equipo blanquiazul despedirá el año 2021 con ánimos renovados para seguir en la lucha por subir a Segunda RFEF tras el sinsabor del descenso

En la última jornada del año 2021 el Villarrubia empató en el campo del Atlético Albacete. - Foto: Arturo Pérez

El Formac Villarrubia está a punto de decir adiós a este 2021, un año marcado por el fatídico descenso a Tercera División por la reestructuración del fútbol modesto, pero con la ilusión intacta de seguir creciendo. Y es que el club que preside José Luis Urda comenzó a trabajar desde el día siguiente de asumir el descenso. Cambió radicalmente de plantilla con la única renovación de Carlos García y decidió empezar un nuevo proyecto desde cero. José María Rico fue el elegido y junto a él, casi una veintena de jugadores con la ilusión de estar en la zona alta de la tabla y soñar con el ascenso. En lo deportivo el primer equipo ocupa la quinta plaza, que da derecho a disputar el play off de ascenso, con 33 puntos a siete del líder, el Deportivo Guadalajara, y a dos del segundo, el Quintanar del Rey.

Aparte del primer equipo, el club dio otro pasito más con el fin de consolidarse como club y creó un equipo en Segunda Autonómica y otro femenino, algo histórico para un pueblo de casi 10.000 habitantes. Junto con el equipo juvenil, son cuatro equipos los que conforman este Formac Villarrubia que tiene presencia en organismos institucionales como la FFCM o la propia RFEF con Carlos García como principal representante y con José Luis Urda como cabeza visible dentro del organigrama de la federación regional.

El objetivo de la base no es otro que el de fomentar el deporte en un pueblo como Villarrubia de los Ojos para dar respuesta a niños y niñas de todas las edades, y el de hacer cantera con la formación como bandera. Además, en el plano social, el club blanquiazul continúa estrechando lazos de unión con asociaciones sin ánimo de lucro que visibilizan y trabajan en pos de la inclusión y de las capacidades diferentes. Y en el plano de la masa social, el Villarrubia goza de salud al contar con casi 800 socios que siguen dispuestos a apoyar a su equipo.

En definitiva, un año para olvidar en lo deportivo, pero también para la esperanza de un club que ha dado un paso atrás para coger impulso y dar dos hacia adelante.