Las autoridades bielorrusas detuvieron ayer a varios de los organizadores de las protestas convocadas en los últimos días contra la victoria electoral del presidente, Alexander Lukashenko, cuestionada por la oposición por un supuesto fraude. Uno de los arrestados, residente en Minsk, había alquilado una habitación en un céntrico hotel y coordinado sus acciones desde allí.

No son los únicos capturados por las Fuerzas del Orden, que cifraron en más de 6.000 las personas capturadas en estos tres últimos días. 

Estas actuaciones, y el paso de los días, han provocado que los detractores de Lukashenko comiencen a desistir y ayer volvieron las manifestaciones a las calles, aunque con una presencia notablemente inferior a las de jornadas anteriores.

«El grueso de la masa de manifestantes es gente con pasado criminal y sin empleo», aseguró el presidente sobre los integrantes de las movilizaciones.