Cáritas celebró ayer un minuto de silencio en 40 ciudades españolas, entre ellas Ciudad Real, para recordar a las personas que han fallecido en la calle, sin hogar y sin cobertura. Con este lema se ha celebrado el acto central con el que la organización culmina una semana de actividades de concienciación ante la celebración este domingo 30 de octubre del Día de las Personas sin Hogar y en el que un usuario del centro de Cáritas en Daimiel ha recordado cómo es posible que haya personas que vivan «sin conexión en una sociedad hiperconectada». 

«Las personas llegan a esa situación por muchas circunstancias que ocurren en la vida», expuso el   coordinador del Programa de Personas Sin Hogar, Francisco Alhambra. Normalmente, se empieza por la pérdida del trabajo o por problemas de la red social o familiares, que conllevan con el tiempo una pérdida de capacidades y al final a la vida sin hogar. «Desde Cáritas tratamos de proporcionar a las personas herramientas para que puedan recuperar derechos».

Una de las claves de este proceso es el padrón, un trámite burocrático al que no pueden acceder quienes no tienen hogar. «El padrón es un problema muy grande» porque «cuando una persona no tiene padrón, no puede tener tarjeta sanitaria» y quienes habitan en la calle, al final, se mueven por ciudades y comunidades autónomas, sin tener acceso a las recetas u otros servicios. «Hay un problema administrativo» y no se legisla para darle solución. 

Cobertura para las personas sin hogar - Foto: Rueda Villaverde

En este sentido, Alhambra apuntó que Cáritas trabaja en ofrecer plazas públicas en sus centros a quienes no tienen hogar, pero «en esas plazas siempre hay problemas de financiación». Por este motivo demandan más ayuda, para contar con más plazas, y también para ofrecer acceso a la vivienda a estas personas. «Tras la pandemia y con los efectos de la guerra de Ucrania, quien más pierde son las personas en situación más vulnerable» y es necesario apoyar a estas personas porque todo es «cada vez más caro» y, aunque haya una prestación, «no se llegan a cubrir los costes». 

En ese minuto de silencio se ha recordado a las dos personas fallecidas en las calles de Ciudad Real por diferentes enfermedades. «Son personas que conocemos y que queremos», a las que se le ofrece una ayuda que pasa por atender sus necesidades básicas, pero también por ofrecer «un proceso de recuperación personal».