«Cambio de ciclo» para llenar la cesta de la compra

Manuel Espadas
-

FUCI advierte a los consumidores que los precios de los alimentos no bajarán, con unaproducción en origen «al límite» de la rentabilidad

La fruta y las hortalizas son algunos de los productos que más se han encarecido. - Foto: Rueda Villaverde

El precio de los alimentos ha subido «una burrada» en el último año. No son palabras de ningún consumidor de a pie, sino del presidente de la mayor empresa de distribución alimentaria del país, que saldaba 2022 con unos beneficios del 5,5%. Y al comprobar, y sufrir en el bolsillo, la evolución de los precios en los dos primeros meses del nuevo año, no parece que esta tendencia vaya a cambiar, sino todo lo contrario. El IPC del pasado mes de febrero arrojó un demoledor incremento en la cesta de la compra en Ciudad Real de un 17,1%, con productos básicos como los huevos, aceite, azúcar, cereales, carne de vacuno, legumbres, hortalizas, pescado y frutas experimentando un encarecimiento de entre un 10 y un 40%, y eso a pesar de la rebaja o desaparición del IVA en alguno de ellos.

Ante esta situación, la pregunta que se hace el consumidor es clara: ¿Tendrá fin esta tendencia al alza y los precios volverán a ser los de antes?- La respuesta es un 'no' rotundo. Así se advierte desde la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI) de Castilla-La Mancha, que define esta coyuntura como un «cambio de ciclo» a la hora de hacer la compra. De ello alerta su presidente, Pedro Romero, «muy preocupado» con esta deriva alcista de los precios en la alimentación, que está llevando, erróneamente, a muchas familias a meter en su cesta alimentos más económicos, pero también menos saludables nutricionalmente, al prescindir de productos más caros como la carne o el pescado. Esto se traduce en «un peligro a medio plazo para la salud de las familias y, sobre todo, de los más pequeños».

Por ello, desde FUCI se recomienda al consumidor que cambie esos hábitos de compra, pero no de un modo cuantitativo sino cualitativo, «buscando en varios establecimientos, comparando precios, leyendo bien el etiquetado», con el fin de conseguir una cesta de la compra más económica, pero no menos sana. «Somos conscientes de que para esto hace falta más tiempo, pero es posible y es necesario».  

Además, FUCI pide al Gobierno que aplique la rebaja del IVA también a la carne y el pescado, para evitar que desaparezcan de esa cesta de la compra. De igual modo, Romero considera que el Estado también debería concentrar sus esfuerzos en aplicar «medidas en el origen», rebajando los costes de producción a agricultores y ganaderos, bonificando los precios del gasóleo, electricidad y productos fitosanitarios.    

Productores sin margen

Esta opción de atenuar el encarecimiento del alimento en los lineales de los establecimientos reduciendo su precio en el origen no parece posible, salvo que el Gobierno aplique «de forma generalizada» medidas para reducir esos costes de producción, también disparados. «Producir un kilo de cereal nos cuesta ahora cuatro veces más que antes», razona desde Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha su director general, Juan Miguel del Real, que avisa que «en los eslabones más cercanos a la producción hay muy poco margen, siempre al límite de la rentabilidad», y también recela de la posibilidad de topar los precios en tienda, puesto que esto podría traducirse en un «efecto dominó» que acabara otra vez repercutiendo negativamente en los ganadores y agricultores.