El largo sueño de la psicología clínica

Hilario L. Muñoz
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Julia Ruiz y Alicia Álvarez llevan años tratando de hacer la residencia en psicología, una prueba con miles de aspirantes y menos de 300 plazas

Alicia Álvarez ha logrado el puesto 25 y Julia Ruiz, el 24, tras años de jornadas maratonianas de estudio para lograr la residencia. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Cinco años de estudio en el caso de Alicia Álvarez y cuatro años en el de Julia Ruiz es el tiempo que han tardado en alcanzar su sueño de convertirse en Psicólogas Internas Residentes (PIR). Se trata del único modo de acceder a la Psicología Clínica, trabajar en un hospital, y uno de los exámenes más difíciles que existen. Este año se presentaron 4.076 personas al examen para 230 plazas. Julia y Alicia acabaron en el puesto 24 y 25, lo que les da acceso al hospital que deseen.

Esos años de preparación lo han realizado ambas en academias virtuales, estudiando y haciendo exámenes tipo, tratando de escalar posiciones. La primera vez que se presentó Alicia llegó al puesto 2.000, la segunda al 980, la tercera al 690 y la cuarta al 244, se quedó a las puertas de entrar y este año ha llegado al 25, tras dedicar estos meses a estudiar los textos originales «para entrar más en detalle y profundizar, porque el examen es tan específico, tan difícil, con preguntas que van muy al detalle». Lo mismo le pasó a Julia con un año menos presentándose y escalando desde el 805 de la primera convocatoria al 239 en el último, a solo cuatro puestos de la plaza. «El año pasado las estimaciones me daban o que me quedaba dentro por los pelos o fuera por los pelos» y este tenía que conseguirlo.

En estos años de trabajo han dedicado miles de horas, con jornadas maratonianas hasta la madrugada, sin apenas sueño, con una idea difícil de explicar a quienes realizan el grado de Psicología, porque no es de un examen como el de los médicos, que entra en la carrera. En psicología, la parte clínica surge solo entre quienes tienen interés por esta rama, pese a que los psicólogos de hospitales llevan tiempo pidiendo más plazas, ya que es una disciplina que más carencias tiene en el sistema sanitario, y, de hecho, la falta de profesionales es mayor tras la pandemia. «La Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos estima que serían necesarias 422 plazas, el doble de las que están ofertando». Hay que tener en cuenta que los PIR tienen cuatro años de formación, «no es algo de la noche a la mañana», recuerdan.

La idea de Julia es realizar su residencia en alguna ciudad de Madrid, por la cercanía y por mantener la calidad de vida de Ciudad Real, por eso no piensa en la capital, directamente. Alicia piensa en quedarse en casa, en Ciudad Real, para disfrutar de ella tras cuatro años en los que se ha dedicado a estudiar. También lo hace por la cercanía y la complicidad que se crea en un hospital de tamaño medio, al conocer toda la sintomatología y contar con su agenda.

Ambas reconocen las dificultades de plantear este sueño, pero también el apoyo que han recibido. «El PIR es algo que cuando te lo planteas, sabes que va a ir en unos años, pero que al final, si perseveras y trabajas mucho, es muy probable que lo logres». Además, las dos coinciden en que una clave del logro es haber podido realizar el examen en Ciudad Real, algo que ocurrió en las últimas dos convocatorias, cuando se ampliaron la sede del examen para las residencias y les dio seguridad.

 

Todos los egresados de Ciudad Real aprueban el MIR

En cuanto al examen de Médico Residente (MIR), todos los egresados de la facultad de Ciudad Real, 50 y que se presentaron a la prueba obtuvieron plaza, según indicó la decana, Inmaculada Ballesteros. «Todos cogerían plaza si la quieren» y además el 58 por ciento están por encima de la mitad hacia arriba. La mejor nota se encuentra entre los 350 mejores y nueve por encima del puesto 2.000, de las 8.550 plazas.