La última madrugada del sábado al domingo de octubre es la más larga del año al tener que retrasar los relojes una hora. Se trata de una obligación metafórica en la actualidad porque la mayoría de relojes se actualizan solos, gracias a la digitalización de los sistemas en el hogar. Esto no era así hace unos años en que cada reloj del hogar debía retrasarse una hora. 

Uno puede pensar que los grandes relojes, los más antiguos de la ciudad aún necesitan de un madrugón para cambiar la hora, pero no es así en el caso de los más importantes. El reloj de la Casa Consistorial, el del carillón o la catedral se han modernizado y esa madrugada nadie tiene que hacer nada para que el domingo por la mañana al levantar la mirada se vea una correcta. 

Por ejemplo, el reloj de la Basílica Catedral de Ciudad Real cambia automáticamente porque está sincronizado por satélite y "esperemos que no falle", ha indicado a este diario el presidente del Cabildo catedralicio y vicario de la Diócesis de Ciudad Real, Bernardo Torres. 

¿Cómo cambian de hora los principales relojes de la capital?

La misma situación se da en el Ayuntamiento de la capital, aunque en este caso se trata de algo que ocurre desde hace solo unos años. "Cuando el reloj antiguo dejó de funcionar, se puso un reloj astronómico", explicó el concejal de Régimen Interior y Seguridad Ciudadana, David Serrano. De hecho, las luces que iluminan las cúpulas se encienden también solas, "cuando el sensor de luz nota que falta iluminación".

Antiguamente, antes del cambio en la maquinaria, el reloj del Ayuntamiento se tenía que actualizar de forma manual, con una maquinaria y un juego de pesas. De hecho, de vez en cuando se tenía que ajustar la hora y era normal ver retrasos o adelantos al ver la hora de la plaza Mayor. El sistema "dejó de funcionar" y se modernizó, aunque la maquinaria se encuentra de exposición y quien suba a la cúpula de la Casa Consistorial podrá verla, como ocurrió en las jornadas de puertas abiertas que hizo el Ayuntamiento hace unos años por el día de la Constitución. 

El cambio de hora automático también se encuentra en el reloj carillón, aunque en este caso con matices. La asociación de vecinos de la Plaza Mayor es la encargada del mantenimiento, el reloj está en su sede, y su presidente Manuel López Francia explica que casi todo es automático. Por ejemplo, no solo se cambia la hora sin necesidad de intervención humana, también cambia la hora a la que Quijote y Sancho salen a saludar en la plaza Mayor. "A las 12, a las 13 horas y a las 18 horas y a las 20 horas" saldrán al balcón el domingo sin que nadie intervenga, como ocurre los días previos. De hecho, en el caso de las figuras es necesario cambiar solo la música de forma manual, se hará el 1 de diciembre. 

El único aspecto que necesita de intervención humana es la hora de encendido de la iluminación. "El domingo bien temprano de madrugada cambiaré el encendido", indicó López Francia, quien este fin de semana estará atento a la hora que anochece para que uno de los principales atractivos turísticos de la plaza Mayor no se quede sin luz durante un rato y en pleno puente. "Todo lo demás está digitalizado", puntualizó López Francia.