Un semillero de ideas frente a la despoblación

Hilario L. Muñoz
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El arquitecto Miguel Vélez publica el primer volumen de una trilogía en la que reúne voces de la comarca para exponer los motivos por los que la zona se va quedando sin gente

Un semillero de ideas frente a la despoblación - Foto: LT

El Coto de Quevedo, el restaurante ubicado en Torre de Juan Abad, que ha logrado una estrella Michelín es para Miguel Vélez uno de los grandes ejemplos de cómo se puede frenar la despoblación. Un restaurante que ofrece platos típicos y sin mucho ruido genera riqueza y atrae fama a una comarca rica en muchos sentidos. El libro (se puede adquirir en Amazon) surge de una idea de hace unos años y que se llamó El Semillero. Este año se ha reconvertido en un libro, el primero de una trilogía que verá la luz en los próximos meses, y que trata de reflexionar sobre cómo se combate la despoblación.  

«Nos han forzado a irnos de allí», explica Vélez, quien prefiere el término 'España Vaciada' a la 'Vacía', al referirse al fenómeno que ocurre en la comarca. La idea del semillero comenzó en 2019, cuando en la biblioteca de Torre de Juan Abad, su pueblo, al que suele regresar, se reunieron los vecinos para ver «qué tipo de proyectos se podrían hacer para el pueblo y la zona y que pudieran dinamizar económicamente la comarca». Hubo un taller, se expusieron varias teorías y se trabajaron varias conclusiones. Con el COVID aquel taller se reconvirtió en una iniciativa virtual, Vélez se encuentra en el extranjero, aunque regresa cada cierto tiempo. Siguió con sus amigos, después conocidos de conocidos y ampliando el horizonte a otros vecinos del Campo de Montiel, de todos los pueblos. «En estas reuniones empezaron a hablar políticos y empresarios», y esas voces son las que se han recogido en un volumen que recoge datos, hace «una radiografía del estado social y cultural que hay en el Campo de Montiel». 

El libro no tiene conclusiones, más allá de esa amalgama de voces, pero Vélez apunta a que hay dos conceptos que él ve en cada una de las conversaciones. Por una parte, se habla de las microempresas que se han puesto en marcha. Se trata de proyectos de «innovación» o de «diseño social» que se están realizando y que utilizan aspectos que se han ido dejando en la comarca. Son empresas que se plantean «con ideas de las grandes ciudades y que se pueden implementar en el Campo de Montiel». Por ejemplo, hay iniciativas como una tienda de productos hechos en la comarca, otro de rehabilitación de edificaciones abandonadas que hay en la zona para dar nuevos usos. «Son empresas familiares que tienen su propia visión» y personas que consiguen «levantar sus negocios» en una zona, recuerda, con «una gran calidad de vida». 

El segundo aspecto es que el desarrollo de macroproyectos, lanzados desde fuera de la comarca, ha propiciado el abandono de la zona. Por ejemplo, la Ruta del Quijote u otras obras millonarias para un solo proyecto cultural que luego no se puede llenar de contenido. «Son inversiones que no están adecuadas a las necesidades de los ciudadanos y han sido fracasos», expone Vélez. 

Con la labor de estos años, el escrito ha planteado, por ejemplo, un mapa de elementos de características y que sirve para sugerir negocios que se podrían implantar en la comarca. Este mapa será un aspecto que presentará a los institutos en unas semanas, durante una visita que hará al Campo de Montiel, donde mostrará «los nichos de mercado» a los más jóvenes, para plantar semillas frente al vacío de la zona.